El trayecto del todero
Víctor Julio Guzmán un hombre de 55 años y oriundo de Santa Teresa corregimiento de Junín - Cundinamarca, es el reflejo de la lucha constante; desde los 11 años comenzó a trabajar, y no se ha detenido ni pasado un solo día sin batallar para ganarse el sustento. A pesar de haber nacido en una familia de siete hermanos, un poco disfuncional, corrió con el 'infortunio' de ser, crecer y ser formado por una institución del I.C.B.F, que con su régimen estricto logró forjar el hombre que es actualmente.
A los 14 se echó un peso enorme sobre sus hombros, y es que para un joven de contextura delgada y voz aún chillona, era un gran esfuerzo cargar los bultos que llegaban en camiones todos los días a la Plaza de mercado La 21 en la ciudad de Ibagué. La plaza fue cómplice y testigo del romance naciente en ese entonces con Lucila Urueña Reyes, la que es hoy la madre de sus 4 hijos, su esposa y como él mismo la define «su mayor logro».
A pesar no tener una formación académica muy extensa, logró aprender un sinfín de artes que le permitieron ir construyendo su hogar ladrillo a ladrillo; es un todero de pura cepa, de esos que apunta de ojo, prueba y error llegó a ganarse una fama de buen electricista que aún perdura.
Era trabajador en la terminal de trasportes de la ciudad, la mano derecha de todos los puestos que lo conocen hace más de 20 años, pero le tocó vivir la misma suerte de muchos otros colombianos que por la pandemia perdieron su empleo y ahora navegan en un mar de incertidumbre esperando el trabajito diario que les permita subsistir a la situación.
Realizado por: Nicole Medina, María Alejandra Guzmán, y Germán Ospina, estudiantes del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué.