El servicio de agua potable en Ibagué: ¿derecho o privilegio?
Por: Ana María Cifuentes Grimaldo - Isabella Ayala Martínez - Ivón Almanza Pérez
La falta de acceso y pérdida de agua potable en Colombia. Imagen tomada de El Tiempo.
En Colombia, lamentablemente, existe una preocupante falta de acceso al servicio de agua potable que afecta a miles de personas en todo el país. A pesar de los avances logrados en términos de desarrollo y progreso, muchas comunidades aún se enfrentan a la realidad diaria de no contar con agua potable de calidad de manera constante y confiable, aún más en zonas rurales o que están apartadas del casco urbano.
Esta falta de acceso al agua potable tiene consecuencias graves para la salud y el bienestar de la población. Las enfermedades transmitidas por el agua no potable, como la diarrea y el cólera, son comunes en áreas donde el acceso al agua potable es limitado o inexistente; además, la falta de higiene adecuada debido a la escasez de agua potable agrava aún más el riesgo de enfermedades y afecta negativamente la calidad de vida de las personas.
En la ciudad de Ibagué, existe un suministro de servicios públicos que busca satisfacer las necesidades de la población en términos de agua potable, electricidad y otros servicios básicos. Sin embargo, es importante destacar que la calidad y disponibilidad de estos servicios pueden variar según la ubicación y las condiciones específicas de cada área dentro de la ciudad.
En cuanto al suministro de agua potable, Ibagué cuenta con empresas encargadas de su gestión y distribución, como el Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (IBAL). Estas entidades están encargadas de proveer el servicio de agua a los hogares, comercios e industrias de la ciudad. Si bien en general se ha trabajado en mejorar la cobertura y la calidad del agua potable, en algunos sectores y zonas periféricas pueden presentarse problemas de acceso y calidad. Además, factores como el crecimiento demográfico, la planificación urbana y la inversión en infraestructuras pueden influir en la capacidad de los servicios públicos para abastecer adecuadamente a toda la población.
Trabajadores del Ibal modernizando alcantarillado en la Avenida Guabinal de la ciudad de Ibagué. Imagen tomada de la página web del Ibal.
El suministro de agua en Ibagué proviene principalmente de fuentes naturales como ríos y quebradas cercanas a la ciudad. El área municipal se encuentra regada por los ríos Alvarado, Cocora, Coello, Toche, Tochecito, además de otras corrientes menores. Alrededor de un 92% de la población vive en el área urbana y se ubica a nivel nacional como la séptima ciudad más poblada del territorio nacional. Entre esos ríos, el río Combeima es el que más abastece a Ibagué, el cual cuenta con una cuenca hidrográfica que garantiza el abastecimiento de agua para la población. Además, existen otros afluentes menores que también contribuyen al suministro de agua en la ciudad.
“El Río Combeima es la fuente de más del 80% del consumo de agua humano e industrial de la ciudad, es la fuente hídrica más importante seguida del río Cocora. El agua subterránea es otra fuente importante, es explotada por medio de pozos profundos, utilizando sus aguas en ocasiones para el consumo humano y otras veces para riego en los cultivos” (López & Fajardo, 2017).
Para distribuir el agua a la población, Ibagué cuenta con un sistema de acueductos que se encargan de captar, tratar y distribuir el agua potable. Se espera que el principal acueducto de la ciudad sea el Acueducto Complementario, el cual se abastecería del río Combeima. Este acueducto tendría una capacidad de captación, tratamiento y distribución que permitiría satisfacer la demanda de agua de la población ibaguereña, especialmente de quienes habitan la comuna 9. En cuanto a las vías de acceso, se han desarrollado infraestructuras como tuberías, conductos y redes de distribución que conectan los acueductos con los hogares, comercios e industrias de Ibagué. Estas vías permiten que el agua tratada llegue a los diferentes puntos de consumo de la ciudad de manera eficiente y segura.
Río Combeima, fuente principal para el suministro de agua en Ibagué. Imagen tomada de la Alcaldía Municipal de Ibagué.
Desde el año 2018, Ibagué ha tenido un crecimiento constante en población. Según un informe realizado por el DANE la población ibaguereña en el 2020 fue de 541.101 y, aunque se tenía una proyección de reducción de habitantes durante el 2023 (como respuesta a fenómenos de migración de la población juvenil y al índice de envejecimiento de la población), ésta aumentó a 596. 954 habitantes en la ciudad musical de Colombia.
“En los períodos recientes la ciudad ha vivido un incremento importante en su población al ser la ciudad-municipio objetivo número uno del departamento en los ojos de grandes inversionistas que se enfocan en materia de infraestructura, construcción (vivienda - comercio) y desarrollo comercial, a esto se le suma la baja disponibilidad de suelos y terrenos para la construcción en las grandes ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Medellín, entre otras; hecho que obliga a migrar a las grandes compañías o dueños de capitales a ciudades intermedias como la capital musical de Colombia” (López & Fajardo, 2017).
Como consecuencia del crecimiento poblacional de Ibagué, los mandatarios y empresarios ven la solución en construir viviendas nuevas sin tener en cuenta los requerimientos que se necesitan para que una edificación se encuentre en buen estado para quienes deseen habitarla.
A partir de lo mencionado por el arquitecto Mario Rodríguez, se entiende que “la curaduría no es responsable del mal acceso al servicio hidráulico, pues, ellos creen cuando hay una certificación que presenta la constructora en cuestión”. De esta manera, los realmente implicados en la problemática son los que emiten el certificado, entidades como el IBAL que aseguran contar con el servicio de acueducto adecuado y al final, no cumplen por fallas en el terreno que no se previeron anteriormente.
Funcionario del IBAL afirma que “el sistema de agua pública en Ibagué se compone de diferentes acueductos y redes de distribución que abarcan toda la ciudad. Además del Acueducto Complementario, existen otros acueductos y plantas de tratamiento en diferentes zonas de la ciudad para garantizar un suministro adecuado de agua potable. Algunos de estos acueductos se encuentran ubicados en áreas estratégicas para facilitar el acceso y la distribución eficiente del agua a la población”. Sin embargo, para viviendas ubicadas a las afueras de la ciudad como lo es Yarumo - Arboleda Del Campestre es difícil tener del todo acceso al agua que promete la entidad pública de servicio hidráulico.
Habitantes del conjunto Yarumo alzan la voz con manifestaciones. Imagen tomada del grupo de Facebook “Arboleda campestre Yarumo”.
Según Luz Mila Suaza, quien es residente, administradora y representante legal del conjunto Yarumo - Arboleda Del Campestre, se presentaron unas inconsistencias respecto al insumo de agua potable a inicios del mes de mayo del 2021. El IBAL informó que el 5 de mayo del presente año no había ingreso de agua potable al conjunto, sin embargo, esto se prolongó hasta el 13 de mayo, lo cual generó grandes inconvenientes a los habitantes del conjunto, ya que son familias con menores de edad, personas de la tercera edad y demás residentes que necesitan una calidad de vida digna.
Según el comunicado que brindó el IBAL a las familias de Yarumo - Arboleda Del Campestre, se informaba lo siguiente:
“La Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, IBAL, realizará el lavado de cinco tanques de compensación, el próximo miércoles 5 de mayo, y desde las 4:00 de la mañana, con el objetivo de asegurar la calidad del agua que se produce y entrega a los usuarios. La actividad se llevará a cabo en las estructuras de Interlaken, La 29, La 30, Mirolindo y Picaleña; las cuales, surten a los distritos hidráulicos Cinco, Ocho y Nueve. Para desarrollar el trabajo de lavado y desinfección de los tanques, así como ofrecerle garantías al personal que ejecuta el trabajo, se requiere desde el día anterior bajar los niveles de agua, por lo tanto, se podrían presentar bajas presiones desde el martes cuatro de mayo, aseguró el gerente Rodrigo Herrera”.
Adicionalmente a esto, la señora Suaza denunció la incompetencia de la empresa debido a que: “nos informaron que traerían carro tanques para surtir de agua nuestros tanques de reserva, sin embargo, solo enviaron uno”.
Tanques del Ibal suministrando agua potable al conjunto residencial Yarumo - Arboleda del campestre. Imagen tomada del medio de comunicación El Cronista.
Por otra parte, ya dejando a un lado el tema del IBAL y llevando un enfoque a la parte de construcción, según la resolución 1025 del 31 de diciembre del 2021 dentro de las solicitudes de licencias de nuevas urbanizaciones se debe adjuntar información detallada por parte de la constructora que especifique la infraestructura de la obra, la modalidad de la licencia de la urbanización y demás documentos que permitan el trámite y ejecución de la construcción. De igual forma, se necesita de la aprobación de entidades que presten servicio público posterior a la presentación de formularios a la curaduría correspondiente.
“El decreto 1077 del 2015 es el único reglamentario del sector vivienda, ciudad y territorio, el cual regula todo relacionado a las licencias de urbanización y de construcción. Este decreto es por el cual las constructoras deben estar muy pendientes para el tema de solicitar las licencias de urbanización de vivienda”, expresó Camilo Carvajal, quien es judicante encargado en procesos del Derecho Público.
El Decreto 1077 del 2015 en Colombia se titula "Por medio del cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector Vivienda, Ciudad y Territorio". Este decreto tiene como objetivo unificar y reglamentar las normas relacionadas con el sector de vivienda, ciudad y territorio en el país. Adicionalmente, establece disposiciones sobre diferentes aspectos relacionados con la planificación y ordenamiento territorial, el desarrollo urbano, la vivienda, el hábitat, el suelo, la construcción, la gestión del riesgo, entre otros. Además, busca simplificar y agilizar los trámites y procesos administrativos en el sector, así como promover la eficiencia y la calidad en el desarrollo de proyectos de vivienda y urbanismo.
En contraste a ello, “habría que mirar un tema de protección al consumidor, porque las personas al adquirir un apartamento, por así decirlo, son consumidoras y tienen sus derechos. Hay una acción en el derecho civil, la cual se llama Acción de protección al consumidor y se maneja ante la superintendencia de Industria y Comercio, a través de la cual se protegen los derechos del consumidor. En las cláusulas que las constructoras brindan al momento de legalizar la adquisición, se debe especificar si el apartamento tiene agua o si el servicio de agua es intermitente”, argumenta el judicante. Esta normativa integral regula diversos aspectos relacionados con el sector de vivienda, ciudad y territorio en Colombia, con el objetivo de facilitar el desarrollo urbano sostenible y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos; así pues, se puede aplicar en el respectivo proceso para presentar un fallo relacionado con el incumplimiento en las licencias que deben obligatoriamente presentar las constructoras, en este caso Constructora Bolívar, encargada del conjunto residencial.
También es importante que se respete y se cumpla con el derecho fundamental al agua potable cuando la prestación del servicio de acueducto es nula o intermitente. “Del entramado constitucional, legislativo y jurisprudencial se extrae que el acceso al agua debe prestarse en cumplimiento de unos mínimos de disponibilidad, calidad y accesibilidad, los cuales se complementan, entrelazan y fortalecen con las características básicas de eficiencia, universalidad y solidaridad de los servicios públicos domiciliarios” (Sentencia T- 012 de 2019).
Para finalizar, aunque el Gobierno colombiano ha realizado esfuerzos para mejorar la infraestructura de agua y saneamiento, aún persisten desafíos significativos. Las zonas rurales y las comunidades marginadas son las más afectadas, ya que a menudo carecen de sistemas de abastecimiento de agua adecuados y confiables. Además, la falta de inversión en infraestructuras y la falta de coordinación entre las entidades encargadas dificultan la solución de este problema.
Es fundamental que se realicen inversiones en infraestructuras de agua y saneamiento, así como en programas educativos para promover prácticas de higiene adecuadas. Además, se requiere una mayor cooperación entre el Gobierno, las organizaciones no gubernamentales y la comunidad internacional para abordar esta problemática de manera integral. El acceso al agua potable es un derecho humano básico, esencial para la vida y el desarrollo de las personas.
Colombia necesita tomar medidas concretas y urgentes para garantizar que todas las personas, sin importar su ubicación o condición social, tengan acceso a agua potable segura y confiable. Solo a través de un esfuerzo conjunto y un compromiso sostenido se podrá superar esta brecha y mejorar la calidad de vida de todos los colombianos.