nocturna ibague

  • Por: Camilo Chacón Rivas.

     

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    Existen muchos escenarios laborales informales en la ciudad de Ibagué en dondelos trabajadores tienen una mínima paga, “la monedita que me quiera dar” como dicen ellos. En las calles 42 y 39 trabaja como cuidador de carros Rubén Darío Agudelo, un hombre de fácil identificación por su baja estatura, de complexión delgada, con cabello alborotado, por ello la cachucha y cuerpo encorvado; más conocido en el mundo de los vigilantes callejeros como Quasi o Quasimodo, remoquete con el cual es conocido por su aspecto físico y por poseer ciertas similitudes con el personaje central del Jorobado de Notre Dame del autor francés del periodo Romántico del siglo XIX, Víctor Hugo.

    Rubén Darío cuenta con 35 años de edad, soltero, con una familia conformada por su madre y tres hermanos. Eduardo Agudelo es uno de ellos quien se fue de la casa hace más de tres décadas y no dejó rastro alguno, así mismo re refirió “esta es la hora exacta que no se ha vuelto a saber nada de él...no sé si está muerto no sé si de pronto no sé”. Actualmente Rubén Darío vive con Rosalba Agudelo, su madre y dos hermanas, la mayor tiene siete hijos y todos habitan en una humilde casa de inquilinato del barrio El Bosque parte baja de la ciudad de Ibagué, hace más de 30 años. Expresa con mucha alegría invitar a que se conozca su hogar “vaya a mi casa así fuera un domingo o un sábado si quiera para que usted viera la difícil situación en la que vive uno” “yo lo entro y lo saco del barrio”.

    Es un hombre de carácter y personalidad amable y sincera pero también con muchas tristezas que ha vivido a lo largo de su vida a causa de la situación social, laboral y familiar; son huellas de un pasado y un presente que le calcinan el corazón “yo soy una de las personas que mantengo estresado, mantengo amargado, llego a la casa el día domingo a las 3 o 4 de la mañana y mi hermana empieza con la cantaleta...yo quisiera buscar un lugar pa´ onde irme, una parte lejos” “coger la pista”. Su situación económica actual hace que una de sus grandes ambiciones para el próximo año sea salir de Ibagué “si el otro año, de pronto pudiera salirme un trabajo pa´ Bogotá, lo haría”. A pesar de sus sueños, para Darío su familia y primordialmente su madre es lo más importante y no está dispuesto a abandonarla “Aunque no se quien cuidara a mi mamá”.

    Dentro de sus gustos más significativos están caminar, ver las palomas en la plaza de Bolívar, ir a ver a los futbolistas, en la cancha de San Simón de la 36, de los grupos que tiene Grama Deportes, conversar con futbolistas y ex-futbolistas como Kenny Amaya, Felipe Espinosa, Josué Canal y por supuesto Alirio Amaya quien le ha brindado apoyo y es el dueño del club. Rubén Darío es hincha acérrimo del Deportes Tolima y consigue a toda costa entrar al estadio Manuel Murillo Toro a ver el espectáculo. Además en el pasado dice haber jugado muy bien este deporte aunque ya no lo practica.

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    Entre los años 2003 y 2008 Darío quiso emprender nuevos rumbos y buscar otras oportunidades de trabajo para seguir sosteniendo su familia; llega a Rovira – Tolima y allí se instala durante cuatro años en una finca dándole de comer a los cerdos, echándole abono a los huertos, entre otras faenas del campo. Luego se va para Fresno – Tolima recomendado por el dueño de la finca anterior, a desempeñar similares oficios. Allí duró dos años pero la necesidad de ver a su madre lo hace devolver sus pasos y llegar a tierras ibaguereñas nuevamente a retomar sus antiguos empleos.

    Otra actividad laboral que desempeñó la realizó en el cementerio “San Bonifacio” de Ibagué como sepulturero, manifiesta no temer a los muertos, porque principalmente cree en Dios y siempre se ha encomendado a él para que le ayude en todo momento, no lo desampare y lo aleje de los vicios. Creencia que compartió desde niño en una Comunidad Cristiana denominada “Organización Cristiana por el Bien de Todos”, que también le brindó educación elemental, pero desafortunadamente se acabó. En la actualidad no asiste a ninguna iglesia, y argumenta “A mí me gusta es ir con Dios”..

    Desde hace más o menos nueve años, Darío ha distribuido su jornada laboral en dos tiempos: en el día cuida y apoya con quehaceres en las canchas de fútbol del Club Grama Deportes; en la noche, hasta hace un año iba a las discotecas y sitios nocturnos de la calle 42, pero para este cuidador de carros fue desafortunado la promulgación del POT (Plan de Ordenamiento Territorial), lo cual obligó a buscar otro camello en la calle 39 con quinta haciendo la misma labor como cuidador de autos. Esta labor apropiada por Darío, hizo que entre sus gustos y aficiones se encontrara el querer estar muy cerca de las canchas de fútbol como hobbie porque según sus palabras “me gusta patrocinar a los chinos y a este deporte” es decir, lo que se traduce en ir a acompañar y alentar a los equipos de fútbol.

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    En tiempos de trabajo en la 42 con quinta.....Pasadas ya las cinco de la tarde, se esconde el sol, para Quasi el rol de “director técnico” ha terminado por este día. Ahora en el camino hacia el otro lugar de trabajo se encuentra con la noche y juntos caminan hacia la 42. Ahora también habrá un cambio de rol, no verá más los balones saltar por el cielo, zigzaguear por el suelo y las gargantas henchidas del grito de “Gooool”; ahora verá las luces encendidas de los vehículos que deambulan, los gritos y músicas de mil ritmos en la ciudad, para asumir el rol de cuidar carros y que ningún objeto de valor se pierda en las horas de la noche.

    “La calle 42 era uno de mis mejores lugares ya que había gran transcurso de personas y gran cantidad de carros para cuidar, allí se bebía y se trabajaba”. “hace tres o cuatro años toda la gente de mi barrio, amigos, vecinos, jugadores de fútbol y muchos que conocía los veía y me saludaban con alegría y los sentía como mis parceros”; esta nueva norma y el nuevo POT, perjudicó tanto a los dueños de discotecas, a estancos cercanos, a vendedores ambulantes y cuidadores de carros por cuanto bajó el nivel de visitas a esta zona que en su tiempo fue tan concurrida.

    Se sabe que de la ciudad de Ibagué, la calle 42 fue uno de los lugares con más relevancia en aspectos de entretenimiento y diversión para los ciudadanos y los turistas del país y de otras naciones, presentando al público un lugar tranquilo, sano y con excelente ambiente para distraerse. En el mes de junio en la ciudad de Ibagué se celebran las festividades de San Juan en el Marco del Festival Folclórico Colombiano, en las que se realizan desfiles de carrozas, concursos de reinas de los diferentes municipios y departamentos, grupos folclóricos y comparsas que se deslizan por toda la ciudad por la carrera 5ª desde el barrio La Pola y era precisamente en la zona de la 42 donde se terminaban dichos desfiles, lo que hizo que se acrecentara la festividad y este lugar ganara más adeptos, por ello la 42 fue llamada por mucho tiempo la Zona Rosa de Ibagué, aunque hoy ya no existen establecimientos públicos nocturnos y dichos eventos se realizan hoy por hoy por toda la Avenida Ferrocarril hasta el SENA.

    En este sentido para Rubén Darío también la 42 es pasado, ve difícil su situación económica por el desalojo de discotecas y la recuperación del espacio público según lo reglamentado en el POT por parte de la Secretaría de Planeación Municipal, y entonces surge la pregunta ¿Qué me pongo yo a hacer? “Así sea voleando pica o pala lo que sea, lo que salga”... La 42 con 5ª fue un lugar donde se ganó cierto dinero para ayudar a su familia, pero infortunadamente ya se ha ido ese puñado de monedas que podía compartir y ahora está buscando otro lugar porque no deja de ser cuidador de carros, por ello se está “parchando en la 39 con 5ª”.

    A pesar de que Darío ha sido un hombre que ha vivido la mayor parte del tiempo en la calle, por su condición de cuidador de carros, se le valora enormemente la voluntad de salir adelante y buscar nuevas oportunidades legales para conseguir su sustento, ya que la calle 42 ha dejado de brindarle empleo. Igualmente, se le resalta a Quasi no consumir ningún tipo de sustancias alucinógenas ni tener malas costumbres, por este ejemplo goza de respeto entre los compañeros de su gremio.

    Finalmente una frase célebre del poeta y pensador cubano José Martí. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti.

     


    Realizado por: Camilo Chacón Rivas . Estudiante de Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.

     

     

  • Por: Adriana Mejía. Adriana 5

     

    Alguna vez conocí de una metáfora sobre el hacer humano, está trata de explicar un poco nuestro camino o más específicamente de lo que en términos generales se debe hacer durante el tiempo que disfrutamos en este mundo, está historia en resumidas cuentas decía que....

     “Nuestra vida es como el recorrido de un tren, y que este a su vez se mueve hasta el finito de cada uno. Durante este recorrido, se van adhiriendo vagones con las personas, los bienes y las metas alcanzadas”.

    Oscar Olivio, un afrodescendiente radicado en la ciudad de Ibagué, se resistió a vivir igual a los demás y demostró que a falta de oportunidades lo único que se puede hacer es moverse a como dé lugar y luchar.

    Este hombre decidió andar y andar. Acumular kilómetros en experiencias, encontrando un lugar al que puede llamar hogar, almacenando hermosas imágenes, riquezas invaluables de las que pocos entienden y que solo le quedan a uno. Memorias que la mayoría de las veces no dan para vivir, pero que llenan el alma de energía y lo difícil que es sentirse libre, pleno o feliz.

    Oscar Olivio Riascos Hurtado nació en Tumaco, Nariño, el 3 de abril de 1937. Hijo de Alejandro Riascos Angulo, quien fuera el jefe de estación del ferrocarril y de la señora Idelira Hurtado. Su niñez entre juegos y risas en las costas del pacifico colombiano transcurrió con total normalidad.

    “Jugar como todo muchacho, me daban juete por jugar, porque yo me salía de la casa era a jugar bola y a jugar con esas tapas de gaseosa, yo mantenía los bolsillos llenos de eso, y los demás muchachos amigos míos también, el que más tapas tenia era el más rico y jugábamos al volteo, al que volteara la tapa, y esa era la felicidad, la muchachada, era tan linda esa época, que ya no volverá”.

     

     

    Es un hombre longevo, ochenta años no los cumple cualquier persona. Pero este “Negro” como se llama a sí mismo, los ha sabido vivir todos. Se encuentra muy conservado, a simple ojo pareciera un tipo de sesenta, muy proactivo, un hombre atento y servicial, extrovertido, siempre tiene un comentario gracioso, podría definirse como folclórico y como no, sí en esencia ese es “el sabor” de los afrocolombianos.

    A los doce años partió de su hogar en búsqueda su primera aventura, al sentir desespero y aburrimiento, salió de su pueblo natal con un grupo de personas y recorrió latitudes extranjeras.

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    Desde Tumaco su tierra natal hasta Machu Pichu, pasando por Tulcán, Ibarra, El Chota, Quito, Ambato, Cuenca, la provincia de Manabí, la provincia de Loro, Chiclayo, Lima. Este grupo de personas conoció lo que es migrar y adaptarse culturalmente en diferentes entornos.

    No ha debido ser fácil recorrer ciertos caminos siendo afro a esa edad tan corta. Toda la vida ha existido la tensión racial y el maltrato hacia las negritudes; es un hecho que inclusive hoy en día sigue siendo de agenda, pero el cual ha sido confrontado a lo largo del continente americano, desde las luchas palenqueras del sur hasta las revoluciones más diplomáticas como la del DR Luther King en el norte o el Black Panther.

    “Cuando llegue otra vez a Colombia del Ecuador arranque para Cali”. Fue en este momento donde se desbordó su amor por el deporte y la disciplina le generó oportunidades. Lo llevó a realizar muchas actividades, dentro de las cuales se destaca el físico culturismo. Don Oscar, alguna vez fue, lo que llamaríamos coloquialmente “una biga” y con fotos en mano demuestra lo que el hombre puede lograr cuando se entrega a las pesas.

    Cuenta que en su paso por esta disciplina tuvo la oportunidad de conocer estrellas de talla mundial como lo fueron los señores Lou Ferrigno (El increíble Hulk) o el mismísimo Arnold schwarzegger. Demostrando nuevamente que podía hacer realidad lo que iba pensando.

    Pero esto no fue suficiente para Oscar Olivio y entro en otras disciplinas, un poco de gimnasia artística en los circos, pugilismo y la lucha libre.

    “Éramos los pioneros de esa época del deporte, Guillermo en el boxeo y yo en lucha olímpica libre y nos prestaban allá en Belén en unas canchas de básquet como era cerrado ahí hacíamos las presentaciones últimamente entonces se cobrara a la persona mayor la entrada 3 pesos y a los niños uno con 50 y a las mujeres 2 pesos, estoy hablando de dos pesos, no de dos mil, que habían billetes en ese tiempo de a un peso”.

    ¿Pugilismo? Si señores, boxeó, y en este último deporte alcanzó a compartir vivencias con el señor Antonio Cervantes Reyes, kid Pambelé, una de las glorias más grandes del deporte nacional.

    El Negro en la Musical

    Para el año de 1963 llegó a la ciudad de Ibagué y como dice, logró ubicarse en la capital musical, se desempeñó en el deporte durante un tiempo y encontró su hogar.

    Aquí al Tolima y me enamore de aquí de este pueblo de Ibagué... me enamore y aquí me case tuve mis hijos... uno está en Alemania, otro está en Portugal y aquí tengo dos.

     

    Oscar Olivio un nacido en las costas del pacifico, encontró su lugar en las montañas del centro del país. Radico su vida en la ciudad y decidió que su proyecto sería dar su máximo esfuerzo para sobresalir. ¿Cómo lo iba a hacer? Pues encontró nuevas artes y aprendió de su nuevo entorno para seguir evolucionando.

    Luego de muchas experiencias agridulces, llegaría una que le haría pensar que el deporte, como muchas otras cosas acá, es desestimado por completo.

    Fue a representar al Departamento del Tolima en el concurso “Míster Colombia”. Para dicha justa Olivio, Habló con los administrativos encargados y le prometieron hacer le llegar por lo menos la bandera del departamento al lugar del evento en la ciudad de Bogotá. Dicho compromiso nunca se cumplió y al señor Riascos le tocó presentarse con la bandera de San Andrés y Providencia. Una anécdota que cuenta con cierto tono de ironía pero de la cual hoy solo se ríe.

    Eventos desafortunados como este lo impulsaron a entender que debía seguir buscando en nuevos escenarios, gracias a las relaciones públicas de ese momento cambió su vida hacia otra dirección y llegó a la música.

    Empezó a ir al Gill Serenata, un bar de la ciudad que en ese entonces se encontraba ubicado cerca al parque Galarza. Este lugar era del trio Los Ureños conformado por Jorge Arias Guarnizo, Argemiro Vélez y Néstor Guarín habituado por pesos pesados de la música de la época, personajes como el señor Gentil Montaña quien fuera la tercera mejor guitarra del mundo.

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    -¿Cómo aprendió a hacer música?

    - “Así oyendo, precisamente donde les estoy contando, en ese trio, Jorge y el Grill Serenata me dijeron usted canta bueno, cante haber y yo me puse a cantar y hasta me dijeron... usted canta bonito. En ese tiempo yo tenía como 33 años más o menos”.  

    Desde allí empezó su historia con la música, actividad que aún hoy realiza. Se siente en su salsa cuando llega a este tema. La canción que más le gusta escuchar es “Alma Tumaqueña” del compositor Tito Cortez. La cual en cierto aparte dice, se lucha por lo que nunca se alcanza... esta pequeña frase identifica al señor Oliverio, esa tenacidad y esa proactividad que tenemos, no es más que una respuesta natural al instinto de querer ser mejor siempre.

    Su recorrido por este arte lo celebra puesto que gracias a la música logró llegar al viejo continente, presentarse en Alemania y sentirse reconocido allí, lo llena de alegría y con pruebas en mano demuestra un artículo recortado de periódico, en el cual su nombre está registrado.

    Hoy en día sigue trabajando y canta una gran variedad de géneros, se la rebusca en las noches como miles de artistas más. Se siente feliz de ello, cuando adopta su posición y se presta para cantar le invade una energía que nuevamente hace dudar de si en serio don Oliverio es octogenario.

    De la música solo muestra una inconformidad, la falta de apoyo y la expresa de manera muy puntual.

    “Aquí quién lo apoya a uno, inclusive no nos llaman artistas ni músicos, me da pesar esa vaina porque en toda una ciudad musical en Colombia, que a uno como músico, que da una serenata, que da una primera comunión, que usted se casa yo le organizo eso y la mayoría de gente nos llama tamaleros, nos llaman muchas personas, no todos, nos dicen es tamaleros, que pena.”

    Pero nunca se ha sentido disminuido por eso, antes le motiva a seguir moviéndose como dice él y a seguir buscando el sustento mientras disfruta de baladas, boleros y guaracha.

    La vida de Oscar Olivio Riascos es de admirar y más aún su fortaleza para recorrer tantos y tan largos senderos. Pero es la fiel muestra de que podemos hacer lo que nos proponemos en la vida. Que el deseo y el trabajo se fusionan para ofrecerle a uno oportunidades. Solo depende de uno ser la mejor versión posible en los contextos a los que la vida le enfrente.

    Él siempre está presto a recibir a las personas con una sonrisa, es alguien que a pesar de su historia entiende que la vida es el hoy y que el ayer son solo sonrisas. Vive con su señora y siente que su compañía es lo único que necesita para ser feliz.

     


    Realizado por: Adriana Mejía. Estudiante de Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.

     

     

    Nuestra vida es como el recorrido de un tren, y que este a su vez se mueve hasta el finito de cada uno. Durante este recorrido, se van adhiriendo vagones con las personas, los bienes y las metas alcanzadas”

  •  Realizado por: Manuela botero, Elena Saavedra, Linda Muñoz y Steven Vanegas.



    Entre las 6 y 7 de la noche los artistas callejeros comienzan a llegar a la Tercera y se apresuran a preparar sus lugares de trabajo con todo lo que van a utilizar para deleitar a los transeúntes y poder llevarse un sustento a casa; disfraces, parlantes, micrófonos, pinturas, aerosoles y artesanías son algunos de los implementos característicos de las noches en la Tercera, y con ellos y su talento los artistas se roban las miradas. Con amabilidad, energía y buena vibra los artistas logran detener y agrupar a las personas.

    Artistas disfrazados que pueden quedarse inmóviles durante horas y que al escuchar el sonido de una moneda inician un acto alusivo a su traje. Los pintores y caricaturistas realizan obras magnificas en pocos minutos, su sentido del humor despierta carcajadas en aquellos a los que retratan o simplemente los observan. Los cantantes llevan sus mejores trajes, cantan sin importar si hay monedas o no, lo hacen porque les nace, porque es su sueño, y porque los hace felices. Los artesanos llevan sus manteles que acomodan en el suelo y que se convierten en sus mesas de trabajo, en las cuales predisponen sus herramientas que van desde piedras ornamentales, cuarzos, cuero, alambre hasta piedras preciosas que ensamblan en oro y plata. En la Tercera siempre hay algo nuevo que ver, que escuchar y que sentir.

     

    Para ver galería completa ingresa al siguiente link https://flic.kr/s/aHskxzSg32


    Artistas urbanos en la Tercera


    Realizado por: Estudiantes  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     

  •  Realizado por: Juan Montoya Prada.


     

    No es precisamente la historia de Diarios de Motocicleta ni mucho menos la gesta de una gran revolución. Todos los días, en la Catedral de la ciudad de Ibagué, se instala Robinson desde muy temprano, a las ocho de la mañana. Come uno que otro pan antes de empezar su jornada laboral y, después de saciar la hambruna latente del momento, junto con su bolillo y un trapo rojo, comienza a cuidar carros durante todo el día. Usualmente, le regalan el almuerzo, producto de la confianza que se ha ganado con las personas del sector. Es muy conocido por los trabajadores aledaños al sitio. Después de merendar, siempre está en constante trabajo. Lo llaman para hacer uno que otro favor. Otras veces, carga algunas mercancías.

    Las declaraciones de algunas personas que han compartido con él precisamente en el sector, se caracterizan por ser muy variadas a la hora de la verdad. Una vendedora ambulante que se sitúa justo al frente de la Universidad Cooperativa de Colombia, describe a Robinson como: “Una de las personas más extrañas que se ha visto. Nunca se le ve peleando y por el contrario, siempre está feliz haciendo lo que hace. Hace muchos años que está aquí y pues, después de que lo ve uno la primera vez, sabe que ese señor es uno de esos que marcan diferencia”. De igual manera, Robinson tiende a relacionarse mucho con los trabajadores del sector, según él: “Son personas excesivamente buenas que se han ganado mi confianza. Me ayudan, me hacen charla. Acá me quieren mucho la verdad”.

    Después de almorzar, sigue esperando en frente de la Catedral. El trabajo como vigía de carros, lo ha desempeñado durante los últimos diecisiete años a la misma hora y en el mismo canal. Siempre está a la expectativa de que en algún momento del día, lleguen al sitio carros en cantidad para poder ganar algo de dinero. Entre las mejores cosas que pueden suceder en ese oficio, el resalta las misas fúnebres que se llevan a cabo allí en la Catedral. Entre tantos carros que le toca organizar, encuentra una buena mesada para ir a comprar la cena de la noche. También exalta los matrimonios como una fuente de ingresos muy fuerte. De todas formas, sea como sea el día, se va contento porque entiende que no vale la pena molestarse por nada en este mundo.

     

    Un vendedor de bizcochos del sector, afirma conocer desde hace muchísimos años a Robinson. “-El día en que lo vi por primera vez, me dio risa porque uno no entendía porque se vestía así. -¿Y cómo se vestía en ese momento? –Pues igual que ahorita. Llevaba esa boina roja siempre, todos los días. Además, tenía varios pantalones camuflados con una que otra camisa del Che Guevara. Para ese entonces también tenía el pelo largo tal como ahora y esa barba chistosa que aún conserva” comenta su compañero. El día en que se tomó la declaración de su compañero, recalco la conversación que sostenían en el momento en que llegué a dialogar con Robinson. Casi como algo muy tradicional, debatían temas tan intrascendentes como el de ese momento ¿Quién carajos era el dueño de la panadería Matheus? Uno decía que el doctor Pérez y el otro que don Salomón. Según su compañero vendedor de bizcochos, ha sido así desde que se conocen. Robinson ganó el debate.

    Robinson Quintero Gonzales, nació en el año de 1956 en Santiago de Cali, Valle del Cauca. A sus 61 años de edad, dice que después de tantas cosas que ha vivido, prefiere no quedarse con nada. Acto seguido, extrae una Constitución Política de Colombia de 1886 que guardaba entre sus bolsas. En esta edición del año 1986, tiene la característica de decir “Para todos...” ya que contiene ilustraciones y viñetas caricaturescas que explican la constitución de arriba a abajo. “Este librito tan bonito, me lo regalaron hace unos días y me gustó mucho. Me llamó la atención que decía ser para todos y, después de leerlo, debería de ser así ¿No?” Menciona Robinson. Después de un rato hablando del libro, decide regalármelo con el compromiso de que lo lea y lo regale nuevamente.

    Cuando tenía dos años, Robinson fue trasladado a la ciudad de Ibagué y fue dejado en custodia de su madre María Antonia Gonzales junto a su abuela Gertrudes Villalba. Desde ese entonces, creció su infancia como cualquier niño común y corriente que debía estudiar, jugar con sus amigos y escuchar las lecciones de su abuela. Entre muchos de sus recuerdos, exalta la compañía de su abuelita ya que era quien tenía la labor de decirle qué estaba bien y qué estaba mal. “En el colegio mientras cursaba muy sardino, los profesores le decían a mi mamá que era un muchacho extremadamente pilo. Pasaba al tablero y le explicaba lo que fuera a quien sea” añade Robinson con algo de nostalgia.

    Los años transcurrieron y mientras crecía, fue aprendiendo diversas actividades que, entre tantas, destaca la zapatería. Cuando estaba alrededor de los nueve años, Hernando Abril, un zapatero reconocido en el barrio del cual vivía, lo llama para trabajar con él. “Es que cuando yo iba a hacer algo, sólo me bastaba con mirar. Yo miraba y de una vez aprendía” agrega Robinson. En medio del arreglo de zapatos, él era el encargado de contornar y pegar las plantillas que iban adheridas a los mismos. Transcurrieron algunos años desempeñando este oficio mientras a la par, acudía a estudiar, compromiso que tenía con la abuela Gertrudes. Sin embargo, a pesar de lo confortable que era su día a día, la verdadera sugestión llegaría precisamente en palabras de don Abril.

    A la edad de doce años, un día como cualquiera, Hernando Abril le pregunta al infante Robinson por su padre. Este, extrañado de toda figura paterna, le dice que no lo conoce porque nunca había tenido un contacto con él ni tampoco lo había pensado. En medio de tanta confusión, Robinson acude a su casa con la interrogante en la cabeza. Le pregunta a su madre María Antonia y esta, entre palabras enredadas, le explica que su padre está lejos en un circo. Robinson sabía que era una mentira, sin embargo, decide no ahondar tanto en el tema. Al transcurrir algunos días, María Antonia le obsequia una fotografía en donde se encuentra su padre, de estatura mediana con un traje muy formal en lo que parecía ser un salón junto a un hombre con una boina, frondosa barba, vestiduras militares y el pelo largo.

    “Yo guardé esa foto y la puse al pie del espejo en donde me peinaba y la miraba todos los días. Me agradaba la presentación de ese tipo que estaba al lado de mi papá” menciona Robinson al referirse a la fotografía. Al transcurrir de tres años, un día como cualquiera en medio de la adolescencia, llega a su casa una señora de mediana edad la cual se presenta como Doris. María Antonia, la hace pasar y se sientan a dialogar con ella por unas horas hasta que llama a Robinson el cual acude. Doris, la hasta entonces misteriosa señora, empieza a preguntarle por su estudio y demás actividades. Él, extrañado, responde todo con confianza. Todo iba bien hasta que deciden explicarle a Robinson la situación.

    Doris, la señora que vino a su hogar, resultó siendo su verdadera madre biológica. Robinson había estado con María Antonia quien, hasta ese momento, se dio a entender que era su tía. Doris Gonzales, le dijo a su hijo que su padre era puertorriqueño y que la verdad, no sabía su paradero. Para confirmar la verdad de todo, Robinson trae la fotografía y se la muestra a su madre biológica. Ella asiente y dice que ese su padre biológico. Juan Quintero, un hombre misterioso que en realidad vivió en Cali por un tiempo pero que en últimas, Doris no tenía ni idea de su paradero. “Cuando me enteré, yo quedé helado y la verdad es que decidí vivir en la rebeldía después de eso. Todo perdió sentido y empecé a dejarme ir” menciona Robinson con algo de tensión.

    No pasaron muchos meses cuando en medio del drama emocional que vivía, la muerte se inmiscuye dentro de su vida y toma por sorpresa a la abuela Gertrudes que, para infortunio de él, murió en su cuidado una tarde después de una serie de escalofríos extraños. “Me dio más duro de lo que no pensaba. Yo me acuerdo que le tapaba los pies con periódico y se fue yendo. Cuando llegó mi mamá, le conté” añade Robinson mientras recuerda la dolorosa situación. Él aún conserva la costumbre de decirle mamá a su tía María Antonia quien, después de ocultarle las cosas, sabe que es quien inculcó los valores junto a su abuela y de alguna manera, no cambiaría por más que biológicamente no fuera su madre. Doris, para él, sólo era una señora que desde un inicio aclaró, con el perdón de Dios, no quererla nunca.

    A partir de ahí, cuando la abuela Gertrudes fallece, empieza a tornarse más rebelde ya que no sentía que nada valiese la pena. Gertrudes, quien era su polo a tierra, ya no estaba y a la edad de dieciséis años, decide partir a la calle dejando todo atrás. Los años siguientes fueron oscuros según narra, ya que empezó a robar para sobrevivir y estuvo expuesto a los pormenores que la ciudad trae. Iba en pandilla y hacía todo tipo de oficios. Poco a poco fue levantando un estatus entre los hoy ya finados compañeros. Entre muchas de sus andanzas, recuerda sus trabajos con su mano derecha, Tizón. Se conocieron de jóvenes y hurtaron por muchos años. Trabajaban en equipo y las ganancias se repartían.

    Un día, a los veinticinco años, salieron Tizón y Robinson, como ladrones, una tarde del año 81. Robaron entre los dos una cadena de oro la cual desembocó en una redada policial que terminó con la muerte de Tizón y una golpiza tremenda a Robinson. Entre papeleo y papeleo, nadie vino a verlo y quedó bajo la custodia de las autoridades dos largos años. Durante ese tiempo, estuvo en el punto más bajo de su vida en donde realmente pensó en idearse nuevamente asimismo. Volver a comenzar desde cero era un reto que Robinson debía empezar a superar y nuevamente poder estar cómoda y dignamente con su vida. Recordó sus problemas y todo el punto y aparte que hubo a nivel familiar.

    “Salí a los veintisiete años y recuerdo que fui a mi casa, en esos tiempos en el barrio Baltazar. Recogí algunas cosas y entre esas encontré la foto de nuevo y pensé que podía ser como el “man” de boina. Me puse a llamarlo para que se metiera en mí y de la noche a la mañana, me parecí a el” añadió Robinson. Comienza a conseguir la indumentaria de la fotografía a la par que sale a conseguir un trabajo honrado. Trabaja de lleno vendiendo verduras y camisas en diferentes sitios de la ciudad. Cuando reúne una gran cantidad de dinero, sale a viajar por el país. Cada día se parecía más al misterioso sujeto de la fotografía. Mientras viajaba, notó algo extraño ya que podía percatarse de que había gente que lo estaba contemplando.

     

    En medio de su largo viaje, alguien llegó a mencionarle su excesivo parecido con el Che. Robinson, algo extrañado, decidió mostrarle la fotografía al transeúnte que lo abordó. “El tipo me dijo <<si, si  vea ese es el che guevara>> y yo no tenía ni idea quien era ese” añade Robinson. Mientras más crecía la incertidumbre, Robinson decide consultar por sus propios medios quién era el Che Guevara del que tanto se especulaba. La sorpresa fue tanta que decide viajar a Cali y, efectivamente, se encuentra con que Ernesto “Che” Guevara, es una figura pública y símbolo de la Revolución Cubana y el comunismo. Encantado con la historia del Che, finalmente, lo adopta como un estilo de vida.

    En Cali, conoció a quien sería la madre de sus hijos con la cual sostendría una relación duradera. Sin embargo, la desgracia nuevamente atacó a su vida en donde sus dos hijos, perderían la vida de forma distinta pero igual de trágica. El primero era David, de 32 años quien en el 2005, perdió la vida en un accidente en un río, estuvo en coma, debido a unos traumas de consideración, no resistió los procedimientos médicos. Era padre de familia y era el mayor de los dos Quintero Montoya. El segundo hijo, Robinson, como su padre, murió hace 7 años en la ciudad de Cali en medio de un hurto a la edad de 19 años. No pudo asistir a ninguno de los tradicionales velorios debido a que la madre de sus hijos, no le comentó a Robinson los trágicos sucesos en ninguna de las dos oportunidades.

    A mediados de los años noventa, es cuando Robinson decide regresar nuevamente a Ibagué y organizar su vida. Regresa y cinco años después, se instala en donde hoy se encuentra. Hoy día se le conoce en el sector como el Che. Sus días siguen pasando y vive tranquilo y a gusto con lo que hace. En sus ratos libres, va y regala galletas o quesos a quienes más los necesita. Sigue llegando a su casa ansioso por las noche para que, con el rebusque del día, se pueda hacer una de esas “pericadas” con cebolla y tomate que tanto le gustan. Vive en un humilde “rancho” o “choza” (tal como él lo califica) en donde tiene sus vida medianamente organizada.

    “Si hubiera tenido una figura materna y paterna, muy seguramente sería alguien totalmente distinto” comenta el Che frente a su historia. Y es probable que lo hubiera sido. Añade que en últimas, se considera indigente y no le duele ser pobre, por el contrario, le agrada serlo porque no hay nada que le dé más orgullo que ayudar a los demás. Hoy en día, Robinson Quintero Gonzales, mejor conocido en el centro de la ciudad de Ibagué como “El Che”, vive con su actual pareja hace doce años a gusto con la calidad de vida que lleva.

    Y quizás desde un principio sí hizo honor a su mención. El no querer quedarse con nada en esta vida se nota a leguas con cosas tan sencillas como regalar una constitución o dejar a tras tantos desmanes de la vida. Forjó su identidad y quedará allí como vigía de carros, haciendo lo que le gusta. “Por una canción que canté una vez en radio me dieron un mercado. La canción dice <Mi vida a nadie le importa, ni el camino que llevo. A nadie le pido, yo a nadie le debo, y aunque no me creas, con todos me llevo. Yo vago en el mundo, yo soy vagabundo> Yo siempre, un vago de vagos. Pero eso sí, alegre” añadió sonriente el Che mientras comía un pan de aquellos que merienda en sus onces.


     

    Realizado por: Estudiantes  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     

  • Por: Daniel Felipe Cubillos Amaya.


    “No solo nos encargamos de vender comida y trago, también nos encargamos de laseguridad del cliente” señala Marcela Rodríguez, jefe de seguridad de Container City.


     

     

    Container City seguridadA finales de febrero de 2017 llegó a Ibagué Container City. Esta es una alternativa de entretenimiento con diversidad de bares, restaurantes y una zona infantil. La diferencia con otros sitios de entretenimiento es que su estructura está hecha totalmente de contenedores marítimos que en el pasado fueron usados para almacenar mercancías. Tiene un enfoque familiar al estilo pic-nic y diversidad de restaurantes de tipo oriental, comida rápida, parrilla, bebidas naturales, entre otros. Al igual que bares y discotecas inclinados a distintos géneros: salsa, vallenato, rancheras, electrónica, y una de las discotecas crossover más grandes de la ciudad, que lleva por nombre La Santa. El valor agregado de Container City es que la seguridad del cliente no solo es prioridad dentro del establecimiento, sino hasta cuando llega sano y salvo a su casa. Container City es un lugar donde en cada momento hay alguien pendiente de su integridad.

    “No solo nos encargamos de vender comida y trago, también nos encargamos de la seguridad del cliente” señala Marcela Rodríguez, jefe de seguridad de Container City. En este establecimiento la parte humana es algo que preocupa a todos los integrantes del equipo de trabajo. Si algún cliente no se encuentra en condiciones para manejar, el conducto regular es llevarlo a la administración, llamar a la policía y a un taxi conocido del establecimiento. Luego se procede a enviarlo a su casa en buenas condiciones en compañía de la policía. “El componente humano es primordial para nosotros y aplica para los clientes, arrendatarios, trabajadores y socios” indicó Natalia Lozano, administradora de Container City.

    Container City 2Antes de Container City, Ibagué siempre tuvo la chispa para la rumba gracias a sus raíces musicales. Jhonatan Hernández, uno de los trabajadores de la pizzería Borinke, afirma que la 42 era uno de los lugares más frecuentados para la vida nocturna. “El acceso a La 42 era muy sencillo para cualquier tipo de persona, sin discriminar a nadie, normalmente si usted se encontraba rumbeando se exponía a los conflictos que ocasionaban otros...dichos conflictos no permitían disfrutar plenamente del ambiente de fiesta”. Para ofrecer un buen servicio Container City cuenta con un equipo de seguridad privada las 24 horas.

    Adicionalmente, tienen 14 integrantes del equipo de seguridad y logística interna, “tenemos todo un equipo de seguridad, ellos se encargan de estar atentos de que nuestros clientes estén seguros siempre, mediante rondas continuas por todo el establecimiento. Aunque realmente Container City tiene vigilancia las 24 horas del día” indica la administradora.

    La preocupación por la seguridad viene desde los cargos administrativos, a los cuales los dueños confiaron la gestión de los recursos del lugar. Las personas que están a la cabeza son Natalia Lozano como administradora y Marcela Rodríguez, quien es la mano derecha de Natalia y jefe de seguridad de Container City. Esta preocupación por la seguridad no es solo un gesto de buena fe, sino que es una estrategia adecuada para atraer más clientes. Ya que, con la garantía de la seguridad, el cliente pierde el miedo de extraviar sus objetos personales o de ser partícipe en disturbios que pongan en peligro su integridad, lo cual le permite enfocarse en divertirse y pasarla bien con sus camaradas. En cuanto a la selección de personal, por lo regular las personas interesadas envían sus hojas de vida directamente a alguno de los restaurantes o bares. Sin embargo, para pertenecer al equipo de logística y seguridad el currículo se pasa directamente a la administración, donde Natalia y Marcela se hacen cargo de revisarlo. En caso de que el candidato reúna las cualidades necesarias para el puesto, se le llama a una entrevista personal en el que se decide si es aceptado o no dentro del equipo de seguridad y logística.


    -En este momento se tienen registrados en las bases de datos alrededor de 173 teléfonos y 17
    bolsos que han sido encontrados y entregados a sus dueños. Usualmente se lleva el objeto
    encontrado a la administración, en caso de ser un teléfono, se espera a que el dueño llame
    para acordar su entrega. Luego se toma el número y el nombre del dueño y se guarda en la
    base de datos. Además, “acá tenemos a la mujer en un pedestal, es lo que más defendemos.
    Mujer que va saliendo a tomar, mujer que vamos persiguiendo desde el momento en que se
    sienta hasta que toma un taxi conocido por nosotros” indica Marcela.


    Container City 3

    Andrea Bastidas, cuenta que “salí con 3 amigas; una de ellas tomó más de la cuenta, al final de la noche no se podía levantar porque se sentía mal. Una de las personas de seguridad nos ayudó a llevarla a la oficina y allá le dieron agua y llamaron a un taxi que nos recogió a las 4. Luego nos dejó a cada una en la casa y esperó a que nos abrieran la puerta antes de irse”.

    Según Javier Bello y Rosa Reyes, clientes de Container City, “la percepción de la gente es que el lugar es de mero entretenimiento nocturno”. A primera vista Container City tiene un aspecto de fiesta, sin embargo, los dueños y encargados del lugar buscan posicionar su negocio como un lugar para la familia. “Decidimos venir porque un día pasé y me pareció ver unos juegos para los niños. De lo contrario no habríamos venido porque siempre vamos con nuestros hijos” afirma Rosa. Mientras los padres de familia disfrutan compartiendo de una agradable comida o incluso un trago. Tienen la seguridad de que sus hijos estarán a salvo en la zona de juegos, ya que hay un grupo de personas que se encargan de su cuidado.

    Hasta el último momento el equipo de Container City hace lo posible por mantener seguras a aquellas personas que cruzan sus puertas. Si un cliente se pasa de tragos y no lleva conductor elegido, se le permite que deje su carro y se vaya en taxi. Al día siguiente, cuando el cliente esté en condiciones de conducir, puede ir y recoger su vehículo de donde lo dejó sin ningún problema. El servicio de estacionamiento no se le cobra al cliente, así lo dijo Jorge Devia, publicista y dueño de uno de los negocios de Container City: “Hasta el día de hoy hemos logrado que las personas se sientan seguras con nosotros”.

    Escuchar entrevistas en https://goo.gl/d51DnS 

     

     Container City infografía final

     


    Realizado por: Daniel Felipe Cubillos Amaya. Estudiante  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.

     

     

     

     

     

     

  •  Realizado por: María Paula López.


    Llevar un estilo de vida nocturno en el bar Las Pecosas de Container City, es lo que hace Stephen Bedolla los martes, miércoles y domingos desde hace cuatro años. Es de Bogotá, pero actualmente está radicado en Ibagué. Tiene 25 años y hace 6 es Dj. La música siempre ha sido parte de su vida; en un principio como hobbie, ahora es tan indispensable para él como respirar.

    Puede parecer de ensueño trabajar de fiesta en fiesta, mezclando canciones para animar el ambiente. Pero ¿cómo es el verdadero estilo de vida que lleva un Dj?, ¿Quién cuándo va de fiesta piensa en el Dj?

    Paula Lopez 5¿Cómo es la vida de un DJ?

    -  Es un tabú. Las personas piensan que nosotros por estar en un ambiente de fiesta a todo momento estamos rumbeando. No es así. El trabajo de un DJ es hacer que la gente se sienta bien en el lugar gracias a la música. Sí, algunos colegas se toman sus tragos, pero hay que saberse controlar.

    ¿Se considera distinto al resto de personas?

    -  Sí, claro. Somos totalmente diferentes al resto de las personas. Mientras nos esforzamos para animar el ambiente, los demás están rumbeando en una discoteca o durmiendo en sus casas. Salimos a las tres de la mañana bastante cansados. No queremos escuchar nada. El lunes es un día donde quieres descansar los oídos del fin semana. No te quieres exigir más, pues es peligroso.

    ¿Qué cree que lo hace diferente a los demás DJ?

    -  Todos los Dj’s somos diferentes, a pesar de que manejamos el mismo tipo de música. En la actualidad, las canciones están saliendo constantemente. Cada 6 ó 7 meses. Tú la escuchas en todas las discotecas. Siempre son un boom. Pero en mi caso, hay algo que me ha caracterizado: me gusta mucho la música antigua.

    Me gustan mucho los clásicos del reguetón. Es música que nunca va a pasar de moda. Música que siempre te va a recordar tu juventud; cuando tenías 18 años y empezaste a rumbear. Escucharla es algo que…

    El tiempo se congela por un segundo. Parece que la mesa quedó en silencio, pero no es así. Hay ruido a nuestro alrededor. El hecho de que Stephen no pueda transmitir con palabras lo piensa da más peso a lo que siente.

    Yo trato de trasmitir la misma emoción a las personas que están a mi alrededor. Ese es mi trabajo.

    Mantener viva la fiesta. Animar al público con la música. Trasnochar. Dejar los problemas en casa. Vivir el momento en el bar. Eso es lo que hace un Dj.

    Stephen no es la excepción. En este momento las discotecas abren. Son las 5 de la tarde. Él está tranquilo, ha programado música y aún tiene tiempo para contestar. Por el momento, mi mayor curiosidad es entender cómo el alma de la rumba vive la fiesta.   

     

    ¿Cómo vive la rumba un Dj?

     -Una cosa es vivir la rumba dentro del bar sentado tomando; otra muy diferente es estar en la cabina con tus cosas trabajando. Puede que tengas algún problema en tu hogar y llegues aburrido…

    Stephen piensa por un momento. Elige bien cada palabra, luego sigue.

    … Tú no puedes transmitir eso a los clientes, eres el alma de la fiesta. Tienes que transmitir buena energía para que la gente así mismo responda. Si llegas deprimido y pones música aburrida; pues aburres a la gente y no estás en nada. Los problemas los debemos dejar en la casa. El trabajo debe estar aparte de lo personal a pesar de que ocurran cosas muy fuertes.

    ¿Cómo disfruta de la vida?

    Es algo curioso. Trato de vivir lo más tranquilo que pueda. Fuera del sonido. Lejos de la bulla. Prefiero estar relajado y compartir con mis seres queridos. Ir a lugares tranquilos como el cine y después comer algo con mi familia.

    Bueno, eso es algo totalmente opuesto a lo que usted se dedica.

    -  Es algo muy cómico. Todo mundo considera que siempre vas a querer estar en ese ambiente. Descansas un jueves, ¿te vas de rumba? No. Creo que a todos los Dj’s nos pasa. No hay excepciones. Si estas en un día de descanso vas a compartir con tu familia. Es muy raro un Dj quiera estar en la misma rumba un día de descanso. El que está descansando sabe que el día anterior fue duro, por eso quiere estar acostado en su casa viendo películas con sus seres queridos.

    La rumba solo para el trabajo

    -  ¡Exacto! La rumba es solo para el trabajo

    Stephen reacciona como si por fin alguien entendiera que los Dj’s tienen una vida a parte de la fiesta. Continua con aire de esperanza:

    -  A pesar de estar en el ambiente de rumba, nosotros tratamos de tomar esos espacios que nos queda para poderlos compartir con la familia. 

    Está claro que los Dj’s tienen una vida aparte de la rumba. Familia, estudio, pareja. En fin, la vida de una persona no se puede encasillar en una sola faceta.

    Comienza a oscurecer. Las luces de los locales se encienden. El sonido de la música incrementa, por eso Stephen debe acercarse más para poder grabar su voz. 

    ¿Cómo distribuye su tiempo libre con la familia?

    -  Siempre trato de estar con ellos. La vida nocturna le quita a uno mucho espacio. Por eso procuro compartir junto a ellos al máximo. Lo primordial es la familia. Te ayuda bastante anímicamente en tu trabajo.

     Paula Lopez 6

    ¿A qué se dedica a parte de ser Dj?

    -  En la actualidad, soy logístico de ZC Eventos. Cuando trabajo ahí, trato de alejarme del sonido. Prefiero estar pendiente solo de lo que toca hacer y listo.

    ¿         ¿Está estudiando en la actualidad?

    Sí. Estoy haciendo una tecnología en gestión logística. La logística muchas cosas, entre ellas la parte de importaciones y exportaciones. Es un corredor logístico y me encargo de estar pendiente de todo lo logístico en los eventos sociales. Ya casi me gradúo, estudio en el Sena acá en Ibagué.

    ¿Cómo distribuye el tiempo entre el estudio y el trabajo?

    Eso va en las ganas de salir adelante. Por eso saco tiempo, tanto para el trabajo como para el estudio. Mi trabajo es en las noches; entonces tengo el día y parte de la tarde para poder estar bien con el estudio. Además, con los años uno va tratando de aprender a manejar varias cosas a la vez.  

         

    ¿Qué más le gusta a aparte de la música?

    Me gusta la publicidad y todo lo que tiene que ver con marketing. También me inclino por la fotografía y el diseño. Lo estudié, pero no me llenaba las expectativas.

    ¿Cómo mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal?

    Mientras estás sonriendo en la discoteca, tienes diez mil problemas dentro de ti. Es complicadísimo. Uno trata de superar todo eso y transmitir buena energía a los demás. Con tanto tiempo trabajando como Dj, la música se convierte en un factor indispensable para superar todas esas malas energías.

    ¿Cuál ha sido la experiencia más memorable que ha tenido en su carrera?

    Fue en un evento. Un gran evento la verdad. Ocurrió en Cartagena. Un matrimonio de un francés con una colombiana. salí aplaudido por gente que es de otro país. Saber que les gustó mucho mi música fue muy gratificante.

    Un anhelo que todavía no haya cumplido

    -  Ya cumplí uno de mis sueños, ver aTiesto en el Storyland de Cartagena. Él fue uno de los Dj que más me marco en la época de los 90. Aun lo pongo y la gente se siente muy identificada. Pero aún tengo otro anhelo. Es estar en Ibiza, así sea de espectador. Ese es el deseo más fuerte que espero algún día llegar a realizar.

    *Ibiza es el lugar del mundo en donde las fiestas electrónicas van y vienen, entre ellas Tomorrowland.Es un macro-festival de música electrónica. La decoración es parecida a la de un cuento de hadas, todo se transforma en un lugar mágico lleno de color, buenas vibras e iluminación, un sueño hecho realidad, según los que han asistido a este magno evento.

    Mencione tres cosas que vivan todos los Dj

    -  La primera es la emoción. La emoción de estar al frente de muchas personas y ser el centro de atención. Eso es algo que tú no sientes en ninguna parte. Créeme, eso te motiva mucho a seguir adelante en este trabajo. Lo segundo es ser reconocido, ya sea a nivel local o nacional. Ese es tu estatus laboral. El tercero es sentir la música. Muy pocos sienten la música como nosotros los Dj. Para nosotros la música lo es todo.

    Stephen enciende un cigarro. Aspira, contiene el aire, espera unos segundos y luego exhala. De aquí en adelante el cigarro fue un acompañante más en la mesa.

    ¿Cómo es la vida sentimental de un Dj?

    -  Es Complicadísima.

    Stephen tose. No sé si es algo incómodo para él. Quizás no podía fumar y contestarme al tiempo. El momento fue incómodo, por eso solo lo deje continuar con su respuesta.  

    -  Estamos rodeados de muchas mujeres en un ambiente pesado. Las personas están con sus tragos. Pero sí, en la actualidad comparto bastante tiempo con ella. Trato de estar acompañado de mi novia y por supuesto, dar lo mejor de mí para que se sienta agradada.

    ¿Cuáles son los elementos para lograr un buen show?

    Lo primero es tener gustadera, que es la buena elección de la música. Lo segundo es conocer el ambiente en el que vas a estar. La música que en estos momentos suena en Ibagué no va a ser la misma que suena en otra ciudad. Lo tercero es sentir la música; darse cuenta de que la música lo es todo en la vida y transmitir esa sensación a las demás personas.

     

    ¿Qué tiene Ibagué que tiene otras ciudades?

    -  En esta ciudad no es muy fuerte la cultura electrónica. La gente siente que es un mismo sonido, después de 3 o 4 canciones se aburren. Vengo de Bogotá, por eso me he dado cuenta de que este género ha surgido poco a poco en Ibagué. Incluso, ya tenemos varios bares de electrónica.

    ¿Qué cree que le hace falta a Ibagué para que se fortalezca la cultura electrónica?

    -  Nos falta creer en las discotecas que se están abriendo en la ciudad. Es muy triste para uno como Dj ver que pocas personas asisten. Saber que abren una discoteca tan bonita, donde contratan personal de diferentes lugares que sabe mucho de esta cultura y no recibir apoyo.

    Aparte de la falta de apoyo, ¿ha tenido algún otro inconveniente en su trabajo?

    -  También ahí envidia entre los Dj. Hay Dj’s que se llevan choques. Estoy en contra de eso. Pienso que deberíamos apoyarnos entre nosotros mismos…

    Stephen deja de hablar por un instante. Demuestra su disgusto alejándose un poco de la mesa. Respira hondo. Muy hondo, luego continua: 

    …Uno se va como acomodando. Por eso prefiero no tener problemas con ningún colega.

    Otro problema puede ser la guerra de sonidos en Container. Si se sube el volumen de una discoteca el resto también lo hace. La música llega a todos los rincones, hasta el punto de mezclarse la música de un local con otro e incomodar a los clientes. No estoy de acuerdo con eso. En lugar de dar tranquilidad a los clientes, lo que se está haciendo es perturbarlos.

    ¿Qué cree que podría mejorar las relaciones entre los Dj?

    Creo que para tener una buena relación entre Dj lo primordial es no sentir envidia. No me considero un Dj con mucha trayectoria, pero he estado en varios eventos y he representado muy bien el gremio. No tengo la necesidad de quitarle el trabajo a los demás, o de regalar mi trabajo para recibir más contratos. Mi trabajo lo hago por ver el agrado en la gente.

    Stephen iniciaba su turno. No podía seguir acompañándome. Le agradecí, no solo por su tiempo. Con él aprendí que a veces es necesario tomar un respiro. Abandonar por un momento la rutina para ver las cosas con mayor profundidad. Dejar atrás lo evidente para ir más allá, donde la mayoría de las personas no son capases de observar.  


    Realizado por: María Paula López. Estudiantes  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     

  • Por: Katherine Quintana Varón.


    “Lo que realmente hace a Container City diferente a los demás, es que éste es el único proyecto que abarca una hectárea exactamente en construcción en contenedor” Andrés Nossa.


     

                                                     Estilo Container

     

    El estilo container es reconocido a nivel nacional e internacional y se ha convertido en una tendencia para todos aquellos negocios que buscan innovación en su estructura física, ya que es atractivo y permite crear establecimientos diferentes y novedosos, con diseños prácticos, modernos y funcionales. Ibagué no es la excepción, en la actualidad hay dos proyectos que están en construcción, Container City y Zona C Plaza Container.

    Container City está ubicado a 200 metros de la glorieta de Mirolindo, en la vía Picaleña – Ibagué y es un proyecto, como indica en sus redes sociales, que ofrece diferentes servicios de entretenimiento, gastronomía y diversión para la vida diurna y nocturna.

    Los containers son utilizados normalmente para almacenar mercancía que luego es transportada de un lugar a otro, ya sea en barcos o en camiones. Con regularidad, los containers son desechados después de 14 años. Sin embargo, muchas personas han decidido darle un uso arquitectónico a dichos contenedores, “algunas de las ideas más originales de los tipos de construcciones están hechas con material barato, resistente y que abunda hoy en día: containers. Con buen gusto e ideas de diseños creativos que pueden convertirse en hogares, oficinas o estudios” señala Laura Vidal, en su texto titulado 15 fabulosas construcciones hechas a partir de containers .

    Container City reutilizó estos contenedores, con la finalidad de brindar una propuesta estructural ecosostenible en la ciudad de Ibagué. En la actualidad posee 65 containers, de los cuales 37 están abiertos al público.

     


    Una de las clientas del lugar, Yennis Ortiz, indicó “me parece un sitio interesante porque es innovador, un sitio relativamente nuevo y aparte de eso considero que la temática de que todo sea reciclable me parece bien, porque cuida el planeta y es a lo que vamos, que necesitamos cuidar el planeta si queremos subsistir muchos años más, por lo menos nuestros hijos”.


    Por otro lado, Jhonnathan Hernández, trabajador de la pizzería Borinke, afirma “la infraestructura de Container City la noto como novedosa, considero que es muy peculiar, me gusta la idea de que los materiales que se utilizan ahí son de carácter reciclado, ver que el impacto ambiental que generan estas construcciones es mucho menor al de cualquier edificación normal. Me gusta lo que se puede hacer con eso, se pueden armar y desarmar los containers de una manera prácticamente fácil, además que se prestan para verse llamativos, los colores que se utilizan hacen que tenga como una especie de vida alegre”.

    Según Andrés Nossa, socio fundador de Container City, el precio de un contenedor de segunda legalizado y nacionalizado en Colombia, es de aproximadamente 12 millones de pesos; esta legalización, es realizada por la empresa ACTECK que se encarga de certificar el registro de importación y nacionalización del número del contenedor, además de que hacen la debida inspección, con el propósito de garantizar la calidad de la estructura del mismo.

    Estilo Container CitySeñala también, que el capital invertido en la construcción de este proyecto superó los 2 mil 500 millones de pesos. Cabe resaltar, que si alguien desea colocar su negocio allí, debe tener en cuenta dos cosas: la primera, es que su producto debe ser diferente a los ya existentes y la segunda, que debe pagar un arriendo que dependiendo de la ubicación y el tamaño del container oscila entre un millón 200 mil pesos y 4 millones, afirmó Natalia Lozano, administradora del lugar.

    Andrés Nossa expresa que, “la idea surge debido a que en las grandes ciudades como Bogotá y Medellín, se había implementado la temática del uso de contenedores, pero nunca se había implementado ni la primera discoteca en contenedor, ni se habían implementado tampoco sitios de rumba en contenedor, entonces lo que hicimos fue darle un giro al tema de contenedores, para que dejara de ser sólo para restaurantes y se demostrara que así como pueden ser construcciones para hoteles, para viviendas y para oficinas, también hay construcciones para el espacio de rumba.

    Lo primero que hicimos fue hacer un estudio por internet, ya después lo que empezamos a hacer fue viajar dentro de Colombia, ir a mirar Container City Bogotá, Zona C Bogotá, luego viajamos a Medellín, a Cali, en Pereira hay también un Container City. Pero, lo que realmente hace a Container City diferente a los demás, es que éste es el único proyecto que abarca una hectárea exactamente en construcción en contenedor, además de que en Suramérica es el primer Container City con una discoteca 100% hecha en contenedor (La Santa)”.

    Es importante destacar que estos proyectos los han desarrollado con éxito en países como México, China, Japón y Chile y en el país en ciudades como Pereira, Armenia, Cali, Bogotá y Medellín, pero la idea nace y surge originalmente en Hong Kong.


    Infografía Estilo Container City una tendencia

     

     

    Estilo Container City una tendencia 4

     

     

     


    Realizado por:Katherine Quintana Varón. Estudiante Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     



  • Llega la noche en las Universidades del Tolima y de Ibagué. Llegan también una serie de acontecimientos socioculturales, que con en el pasar de las horas se van desarrollando. Los jóvenes salen de clase y le dan paso a las actividades deportivas, también comparten con sus amigos, colegas y personas en situación de calle. Las chazas forman parte de la universidad, en la del Tolima estan ubicadas dentro del campus, en la de Ibagué en el exterior. El pasar del tiempo muestra el contraste, las calles quedan vacías a altas horas de la noche y así se mantienen parte de la madrugada.

     

    Para ver galería completa ingresa al siguiente link https://flic.kr/s/aHsma6QoHc

    FOTO REPORTAJE UNIVERISIDADES


     Realizado por: Rafael Parra, Gessén Poveda, Johan Alejandro Arjona, Paula Vargas, Laura Marín y Erlanyi Vasquez.Estudiantes  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     

  • Por: Brayan Alfredo Quevedo Alvis.

    Ibagué se encuentra en el departamento del Tolima y es conocida como la Capital Musical de Colombia. Tiene un buen ambiente, coloridas paredes y monumentos que hacen referencia a la música. Ibagué es considerada como el principal epicentro cultural, comercial e industrial de la región. Tiene tanta diversidad que nosotros sus habitantes nos encariñamos y nos divertimos en esta ciudad.

    Los infiernos de Ibagué 1

    Cartografía: Brayan Quevedo.

    Algunas personas prefieren la diversión nocturna, por ello mientras unos duermen otros salen en busca de diversión, pasatiempos, citas e incluso, la compañía de las mujeres de la noche. Ibagué se transforma y deja de ser la ciudad colorida para convertirse en luces artificiales, baile, risas, celebración, emoción, y, porque no, en noches de pasión. Parece ser todo un paraíso nocturno pero sea cual sea el plan, en la noche debemos llevar los pantalones bien puestos, abrir los ojos y andar con cuidado.

     La noche de las manos oscuras

    Para algunas personas, la salida de la luna es la primera señal de ir a trabajar y conseguir lo que no consiguieron durante el día. y no me refiero al trabajo honrado que tienen algunos; si no a esas personas que no lo tienen, y buscan de alguna manera sobrevivir, o simplemente,  hacer daño. Personas que se mezclan en distintos lugares, que las vemos a diario, e incluso tienen una vida similar a la de nosotros. 

    Pero para comprobar esto busco en mi cartografía los posibles lugares que me permitirán obtener una información más clara y detallada de lo que aparentemente ocurre en Ibagué nocturna. Nuestro primer punto cardinal es el bar Ágora, ubicado en Ibagué sobre la 8b31 con Calle 51. Donde el propietario Luis Enrique Garcia nos habla de los sucesos e historias de los ibaguereños a altas horas, conocimiento de la noche que obtuvo gracias a que este establecimiento lo cierra a las 3 de la madrugada.

    Luis Enrique lleva más de 15 años trabajando en la noche, así que, físicamente es un hombre que luce cansado. En su rostro se puede notar esas huellas que deja el transcurrir de los años por servir tragos y atender a su clientela que se encanta por la buena música y servicio. Sin embargo, ¿cuál es la principal causa de problemas en este lugar? “Los principales problemas son los celos, emborracharse hasta perder la conciencia, perder las cosas personales por dejarlas tiradas por ahí ese es el pan de cada dia”, afirmó Luis.  Asimismo, en algunas ocasiones ha tenido que usar la fuerza para evitar que los conflictos crezcan.  También, resaltó la labor de la fuerza pública: “ La policía llega en ocasiones a revisar que todo esté en orden”.

     Del mismo modo, Luis cuenta cuál ha sido la situación más grave que ha tenido que percibir durante estos 15 años: “Las peleas entre mujeres son las más seguidas, han salido personas heridas y en muy mal estado por discusiones que al dia siguiente no recuerdan, también el robo de celulares, algunas veces han cogido a los ladrones y le pegan y aunque no quisiera llamar a la policía debo hacerlo por no tener un muerto en mi establecimiento".

    Sin embargo, las problemáticas de la noche pueden ser peores. Una de ellas es el tema del hurto que suele ser la noticia de primera plana en los periódicos locales. Por ello, el siguiente punto cardinal es la Terminal de Transportes de Ibagué, ubicada en la carrera 2 con 20 - 86. En este lugar trabaja en servicio de la seguridad, Anderson Tique, un vigilante joven que nos puede contar sobre los problemas más comunes en el Terminal, los incidentes y cómo minimizar las situaciones graves de hurtos en un lugar tan transcurrido. De igual manera, resaltó que la comunicación con seguridad y policía metropolitana es un aporte significativo para minimizar las problemáticas sociales.

     El camino de regreso

    Ricaurte es uno de los barrios más peligrosos de Ibague. En ese lugar está ubicada la terminal de transportes. Pasar por esas calles de noche es desolador, frío y triste. Es similar a estar en una película apocalíptica, donde se percibe el peligro de los habitantes de calle y se escucha el taconeo de las mujeres en las esquinas. Al acercarse al terminal, el ambiente cambia, parece ser un lugar más cálido y tranquilo. Anderson, el celador que cuida de los pasajeros y que vela por la seguridad de cada uno, lleva 8 meses trabajando allí y la mayoría de sus horarios son nocturnos, entre risas dice que ya se conoce las “mañas” y desafíos que implica su labor de seguridad nocturna.

     Problemas de doble vía

    ¿Cómo detectar a una persona problemática o que parece no serlo? Anderson expresa que “es difícil saber las verdaderas intenciones de las personas, las apariencias engañan. Siempre estamos peleando con los habitantes de calle y con los locos, llegan aquí pegantiados pidiendo monedas y asustando a las personas que necesitan viajar”. Pero, ¿cuáles son las medidas que se tienen para evitar que esto suceda? Mientras estuve en este lugar pude notar que era cierto, porque ni siquiera con guardas de seguridad se salva de que los habitantes de calle quieran robar o cometer algún delito.

    La percepción de la mayoría de ibaguereños sobre el servicio de transporte no es la mejor. Me atreví a preguntarle a tres mujeres que estaban a punto de viajar y las tres concuerdan que el viaje es seguro, pero la delincuencia que habita en la ciudad es muy grave. A una de ellas la intentaron robar mientras esperaba su trayecto. Le pregunté a Anderson ¿cuál es la historia más dura que ha vivido este lugar.? “ Hace unos años asesinaron a un celador por evitar un robo”.

    Me mostró el lugar donde efectivamente se ven los huecos en las paredes, también menciona las constantes personas que son apuñaladas y heridas por problemas de barrios, o por que simplemente no se dejan robar. Por el lado en el que se mire, los ciudadanos son quienes pagan las consecuencias. Asi que, los taxistas o ambulancias ya conocen las rutas del terminal al hospital o algún centro médico.

    Pero,  ¿quiénes cuidan de la ciudad mientras dormimos? En la cartografía nuestro siguiente punto cardinal es el Batallón Jaime Rooke. Donde el Sargento Primero, Alex Rodríguez, nos explicará cuales son las medidas de seguridad y cómo cuidan a los habitantes en horas de la noche. Rodríguez lleva más de 20 años trabajando en las fuerzas y solo 2 años realizando patrullas perimétricas que inician desde las 10 de la noche. Como idea principal es articular acciones con la Policía Metropolitana para contrarrestar el flagelo y lograr desarticular bandas delincuenciales.

    Los infiernos de Ibagué 2

    Fotografía tomada por: Brayan Quevedo.

     Las puertas del infierno

    La policía y el ejército trabajan en conjunto para llegar a esos lugares donde la seguridad es requerida. A ese infierno donde nacen y se crean problemas y mentes retorcidas sin nombre y sin rostro. Para ello, se preparan y planean misiones. Sobre esto, el sargento detalló: “tengo 36 soldados a mi cargo los cuales solo 10 o 15 son quienes se seleccionan para cumplir alguna misión”.

    Yo he tenido la oportunidad de ser parte de una patrulla y se la responsabilidad que esto implica. Conozco el peso que tiene cargar un arma, llevar un chaleco y casco de protección para ir a distintos puntos a verificar y velar por la seguridad y orden de los habitantes. Cuando portas el uniforme del Ejercito Nacional, no es normal ni bien visto ver algún ciudadano dando vueltas desorientado, o como coloquialmente decimos, buscando hacer daño. Es ahí es cuando intervienen los soldados y encargados de las patrullas para pedir papeles requisar y decomisar elementos como armas blancas o elementos que puedan causar daño. Sin embargo, queda la duda ¿Cómo manejan la información que encuentran? “La información es privada a nivel interno se entrega evidencias o lo que pueda ser material delicado”. Estas patrullas son de gran ayuda y sirven para mejorar y desmantelar grupos armados que delinquen durante la noche.

    En este momento ya tenía más claro lo que traía la noche en Ibagué, pero que era lo que realmente se llevaba la noche. ¿Qué sucedía con aquellas personas que eran robadas, apuñaladas o incluso desaparecidas?

     Un camino sin retorno

    Quienes recorren Ibagué todos los días son los taxista. Por ello, se saben de memoria los lugares, atajos y viven informados de los últimos acontecimientos de las calles. Son ellos quienes llegan al lugar de los hechos para auxiliar y llevar a hospitales o clínicas a aquellas personas que han terminado en riñas, problemas y en los inconvenientes que trae la noche.

    Una segunda oportunidad

    Para finalizar, me dirijo al Hospital San Francisco, donde no fue nada fácil lograr hablar con la recepcionista, ya que no nos conocíamos y había un gran vidrio que obstaculizaba nuestra conversación. Sin tanto protocolo me presento y le pregunto si me autoriza grabar y hacerle algunas preguntas, me responde que sí pero que debe ser rápido ya que está en horas de trabajo. Su actitud era muy seria y negativa, sentí por momentos que me ignoraba, no me importo y seguí persistiendo, tome mi celular y empecé a grabar su voz. Ella es Ivón Dayana Murcia, quien lleva aproximadamente 5 años trabajando como recepcionista en el Hospital San Francisco de Ibagué, donde constantemente tiene turnos nocturnos y los principales pacientes son “Borrachos y heridos, debido a que son quienes se presentan los fines de semana".

    Según Ivón son aproximadamente 20 personas las cuales pueden llegar al hospital en situaciones muy críticas en busca de una segunda oportunidad. Ivón agradece que no ha tenido que ver, ni vivir, ninguna situación difícil dentro de su trabajo como recepcionista. Para terminar mi travesía nocturna, reflexionó que la vida casi siempre nos regala una segunda oportunidad, pero esta debe aprovecharse. es claro que, en los profundos misterios de la existencia, y frente a buscarle una razón a la existensia, concluyo que está es simple pero contundente: Vivimos a cumplir tareas y a aprender lecciones.

    Los infiernos de Ibagué 3

    Fotografía tomada por: Brayan Quevedo.


  • Reportaje gráfico de la Ibagué nocturna

    Ibagué- Tolima

     

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    Reportaje gráfico: Ibagué Nocturna - Centro


    Realizado por: Alejandra Álvarez- Jonnathan Hernández Parra-Alejandro Marín Cristancho-Juan Esteban Montoya Prada-Diana Alejandra Poveda-Liusa Fernanda Salazar. Estudiantes  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     

  •  Perfil sobre Andrés Camilo Hernández Parra

     Por: Jonathan Hernández. 


    Jonathan Perfil de Camilo 3A lo largo de su vida, Camilo Hernández ha tenido que soportar burlas de toda índole a causa de su apariencia física. Las ha resistido con valentía, sin dejarse vencer por el que dirán, ha mantenido su frente en alto y ha superado innumerables dificultades.

    A simple vista, pareciera esta una historia más de superación personal, pero resulta todo lo contrario. Sería más conveniente asociarla a una historia de fracasos.

    Camilo es un hombre de 28 años que no supera el metro sesenta de estatura. Es poseedor de una mirada profunda y fiera, pero con una alta carga de melancolía; sus pómulos son bastante prominentes y emergen en su rostro como dunas en el desierto. El goza de reconocimiento en los bares rock del centro ibaguereño, es un asiduo visitante de estos. También ha marcado una parte importante en la promoción del movimiento “Metal” de los últimos tiempos en la ciudad, aunque no tenga plena conciencia de ello. La pasión por la música y la debilidad por el alcohol le obligan a deambular las frías noches, por lo que con normalidad se le puede ver metido en una vieja chaqueta de cuero, cubriendo ese diminuto y muy delgado cuerpo tatuado.

    Su voz agrietada es la consecuencia de nacer con una malformación en su paladar y labio superior. “Me decían boquinche y eso me molestaba, aun me molesta”, dice. “Me han querido decir de muchas maneras, nunca me gustaron los apodos. Ahora me llaman Gárgola, no me disgusta”. El que varias personas le reconozcan de esta forma, se debe a que bajo el nombre de “Gárgola Producciones” logró acercar a la ciudad a distintas bandas de las diferentes vertientes del Rock Metal, en algún momento ignoradas por el público ibaguereño.

    Sus pasos se sienten un tanto pesados y cada vez más difíciles. Una escoliosis diagnosticada en su niñez, hace que su espalda cargue un peso adicional que le hace encorvarse. Y es el peso algo tan natural para él, que incluso en la música prefiere aquellos sonidos estridentes que ha oídos de muchos resultan insoportables. “A mí me gusta el Metal, el Thrash, el Death y todas aquellas variantes del Heavy Metal”, repite de forma insistente cuando se le pregunta por sus gustos musicales. Una vez entrado en confianza con alguien, se deja entrever ese lado carismático que le acompaña, su amabilidad es latente, su docilidad también lo es.

    Durante sus primeros años de vida, su mundo giraba alrededor de la familia, fue tanto así que no conoció un plantel educativo hasta los 7 años. Cuando lo hizo, no le permitieron matricularse, aduciendo que la interacción con los otros chicos podría generarle algún trauma y era prudente en cualquier momento retirarse sin problema alguno, por esta razón, le permitieron estar en calidad de asistente. Él recuerda, “en el colegio, tuve problemas de socialización, entré de 7 años a estudiar, no estaba acostumbrado al contacto con las personas”. A su vez comenta, “a mí me molestaban mucho, casi no salía a la calle y cuando lo hacía, salía con mis hermanos”. Y fue precisamente esa influencia de sus hermanos, las que desde temprana edad le definieron el gusto por la música rock, “mi gusto musical comenzó desde muy pequeño, cuando mi hermano mayor llegaba con casetes de bandas de rock como Nirvana, Kiss, Alice in chains, entre otras tantas. Y me gustaban”, pero advierte que después optó por explorar otras alternativas dentro del ismo rock, “a los 11 años tuve la curiosidad de descubrir nuevos géneros, entonces me fui metiendo más a fondo... ya no era rock alternativo, conocí gente con la que intercambiaba música, empecé a escuchar Metal de lleno y... (Risas) me volví Metalero”.

    Desde el momento en que nació, se auguraba el tortuoso camino que habría de llevar a lo largo de su vida, diagnóstico clínico: Labio leporino y paladar hendido, “un caso severo”, según los médicos. Con días de nacido, ya tenía programada una serie de interminables cirugías que a la larga resultaron beneficiosas, pero que conllevaban recuperaciones extensas y dolorosas.

    Andrés Camilo es el tercero de seis hermanos. Tres hombres, los mayores y tres mujeres, las menores. Su familia se radicó en un barrio al nor-occidente de la ciudad, a pocos minutos del centro. Él ha vivido allí la mayor parte de su vida. Su casa se ha convertido en un refugio, pues es en este lugar en que de forma cómoda encuentra la paz y el silencio que no halla en otro lado, allí nadie lo molesta, allí puede ser él sin que nadie le pegunte por qué. Sus padres le acogen de forma permanente, aunque en reiteradas ocasiones le llaman la atención por su desordenado estilo de vida, Carlos Hernández, su padre, dice, “Camilo es un muchacho muy inteligente. Cuando se lo propone puede conseguir cosas importantes, pero no tiene disciplina”.

    Desde joven ha ayudado con los quehaceres normales de su casa, ha sido el encargado de cuidar a sus hermanas en gran parte de su tiempo en el hogar. Concuerda esto con unas palabras brindadas por Julián Ospina Amezquita, quien le conoce desde hace bastantes años y de forma jocosa se refiera a él, “Camilín es un Rockero ejemplar, es un man en extremo servicial, incapaz de negarse a hacerle un favor a alguien...además, es un excelente amo de casa (Risas)”.

    El ámbito estudiantil para Camilo ha sido una ruta muy pedregosa. Desde su época de colegio se mostró muy inconstante, el afirma, “yo me aburro con mucha facilidad de las cosas, si algo no me gusta, yo no busco ejecutar un cambio, simplemente evito la confrontación”. Seguido de estas declaraciones, lanza varias críticas contra nuestro sistema educativo, indica, “no es posible que exista una buena educación si precisamente algunos de los que se encargan de educar, son carentes de la misma”, afirma también ser víctima de matoneo por parte de un maestro, “en el colegio un profesor se portaba muy grosero conmigo, según él, a manera de chiste se burlaba de mí y me remedaba, yo le insistía en la falta de gracia de sus acciones, pero el insistía con lo mismo”. Después de un suspiro, retoma el tema y dice, “que tristeza da nuestra educación estudiantil”.

    Jonathan Perfil de Camilo 1

    “Siempre he sido desjuiciado. Tanto para el estudio como para la vida”. Ese estilo evasor le caracteriza en muchos aspectos de la vida, no es de las personas que enfrentan los problemas con firmeza, al contrario, al momento de sobrellevarlos sufre de grandes bajones anímicos, en palabras de Diego Henao, “a Camilo no le ha tocado tan sencillo en la vida, si bien en ocasiones tiene un espíritu emprendedor, sus proyectos no siempre salen de la mejor manera, cuando pasa eso, sus cuadros depresivos se muestran muy marcados”. Sin embargo existen amigos que sugieren que la depresión que en ocasiones demuestra es una forma más de llamar la atención, Jairo Ospina Henao comenta, “él es muy sociable y carismático, en general es muy chévere para tratar, pero en momentos pareciera que se hace la víctima, tal vez se deba a su condición física. Pero algo cierto es que posee muchas habilidades en cuanto establecer relaciones con la gente, al principio se nota muy tímido, pero una vez entrado en confianza se desenvuelve muy bien, es muy decente y muy inteligente. Debería explotar de mejor manera todas sus capacidades”.

    En realidad llega a tener contacto con muchas personas, el auge de las redes sociales le ha dotado de una herramienta particular para socializar, no obstante, sus amigos cercanos son pocos, uno de ellos es Mao González, quien le conoce desde hace cinco años, pero ha llegado establecer un vínculo muy cercano con él. González, conoce de cerca esas habilidades que posee Camilo para llevar a cabo proyectos que han repercutido de forma positiva la escena rockera en la ciudad, él le ha acompañado en varios toques que quiso realizar Andrés Camilo y el mismo ha organizado distintos toques para la contribución artística ibaguereña. Mao tiene una posición muy firme frente a Camilo, “Camilo quiere hacerla pero le falta el empuje. Desde que lo conozco lo he visto guerreando, pero pareciera que le gusta que lo vean mal, eso sí, para llamar la atención”.

    “Camilo ha hecho de todo en la ciudad en cuanto a la labor musical Metal y no ha tenido repercusión”. Pero es bastante probable que esto se halla dado por la falta de apoyo al talento local que se palpa en Ibagué, “en Ibagué hay muchos que se jactan de tener “La Ciudad Musical”, pero de musical, poco y nada” indica Andrés Camilo. Las palabras de Mao González resultan ser muy acertadas a la hora de referirse a labor musical de Camilo, ya que incluso, con su palpable inconveniente del habla actuó como vocalista de una banda llamada “Bewitched Forest”, “allí vocalicé varias veces”. “Ellos eran unos muchachos muy jóvenes y yo les ayudaba a conseguir espacios para tocar, me fui metiendo a la banda ya que utilizaban 2 vocales, uno gutural y uno armónico, yo hacía las voces guturales (obviamente, risas)... pero debido a problemas personales decidí dejar la banda”, cuenta Camilo. También trató de incursionar mediante la interpretación de instrumentos, pero eso no se pudo dar y como dice él “quise iniciar una banda en la que mis letras se sonaran, yo escribo. Pero tuve un gran problema y descubrí que no se llevar tiempos, descoordinada con los músicos, no funcionó. No di pie con bola”.

    “Donde sí me iba bien, era en la organización. Yo no sé qué tengo, pero si me gusta una banda, la contacto y la convenzo”. Su historia como promotor de eventos nace en el 2009 cuando bordeaba los 20 años, cuenta Andrés Camilo, “en ese entonces a mí me gustaba mucho una banda llamada “Sobibor”, la cual tenía una gran proyección a nivel nacional, siempre pensé que tenía que verlos, pero no poseía mucho dinero, por lo que me resultaba difícil desplazarme a otra ciudad y asistir a uno de sus toques”. “Una vez estando con un amigo en la Universidad del Tolima, donde cursábamos Artes Plásticas y Visuales, vi un cartel que decía “Vía Libre” y comenté que bajo ese nombre quedaría chévere un festival de rock. Con el pasar del tiempo y más atraído por la curiosidad me contacté con la banda y resulto que no era tan difícil que ellos se desplazaran hacia aquí, cobraban 150 mil pesos por tocar, mas viáticos y pasajes. Me animé a traerlos”.

     

    De esta forma se dan los primeros pasos como promotor de eventos relacionados con el Rock Metal en la ciudad de Ibagué, para esa primera ocasión tuvo que conseguir dinero prestado para poder negociar la banda y los demás componentes también fueron prestados o donados, el sonido, el local, la logística. El concierto tuvo lugar en un desaparecido bar del centro de Ibagué, “Doom”. Apunta Camilo “no me quedo dinero, aunque creo que mi socio me tumbo porque había mucha gente, cerca de 250, pero no estoy seguro (risas)”. “Me pareció curioso el hecho de que muchos me felicitaron, pocos eran capaces de hacer lo que yo hice, pero para mí no fue algo relevante”.

    Durante estos eventos la cantidad que rueda de alcohol es impresionante y Camilo no es ajeno a este, por el contrario, admite que tiene una debilidad muy marcada por el licor. Las personas lo saben, en palabras de Mao González se refiere a Camilo, “los amigos lo ven como un “goterero”... es un buen amigo, siempre está ahí. Con poco y a veces nada, pero siempre está”. “Él se ríe de sí mismo. Es una “gargolita” que todos amamos. Sabe de arte. Muchos de los amigos han muerto, han terminado mal, pero él no agradece la fortuna que ha tenido. Es honorable, justo y a pesar de que se equivoca puede pedir perdón de forma sincera”. 

     

    La escena musical en Ibagué es muy poco apoyada, es complicado el hecho del fomento de la música en este lugar. Se percibe tal vez como un problema de carácter colectivo en el que la mayoría de las cosas se pretenden gratis o a muy bajo costo. Sin embargo, Camilo Hernández logró concretar una banda muy representativa del Metal en Colombia, se trató de la banda “Melancholian” considerada una banda de culto, en la que su vocalista “Lord Zephus” es un referente de maestría en los escenarios del Metal. El evento que involucró a esta banda se considera uno de los momentos más importantes de música “underground” realizados en Ibagué. Expone Mao González en compañía de Camilo, “ese evento fue el clímax... todo salió a pedir de boca, el sonido estuvo perfecto, la asistencia fue bastante y esa banda es sencillamente espectacular... ese día fue muy especial”.

    No obstante, la felicidad se alimenta de pequeños momentos y así como ha habido momentos alegres, hubo momentos cargados de fracaso. Por parte de Camilo en cabeza de “Gárgola Producciones” se programó un concierto en pro de los animales desprotegidos de la ciudad. Era un festival para el recaudo de fondos, dentro del cual se tenían programadas 9 bandas a aparecer en escena. Camilo se embriagó desde la noche anterior al concierto, y ya acercándose la hora de iniciar los toques no aparecía la banda encargada de la apertura, a lo que suscitó una pregunta de un amigo hacia Camilo. Este le pregunto sobre la confirmación de las bandas, a lo que Hernández respondió, “ellos ya saben”. Esa tarde no se presentó ninguna banda.

    Durante el tiempo que Andrés Camilo Hernández estuvo promoviendo conciertos de Metal, se escucharon en la ciudad bandas como: Lucifera de Pasto, Dirges provenientes de Medellín, Sobibor de Bogotá, Tremor también de Bogotá, Exequia originarios de Ibagué pero radicados en Bogotá, Sepulcro también de la capital del país, Melancholiam de Palmira en el Valle del Cauca, Ursus y Bestialized de Bogotá, Dekapited desde el país de Chile y Encarnalium Nosferatu de México. Hubo muchas otras bandas que hacen parte de la escena musical ibaguereña.

    “Todas y cada una de las bandas que se traían de otros lugares eran bandas que yo sigo. Poder verlas en la ciudad en que habito es como un sueño que no creía posible ya que nunca tuve el dinero suficiente para asistir a sus conciertos. Con los eventos tenía la posibilidad de verlas y además de compartir con ellas. Con la excusa de promover, yo podía disfrutar de lo que amo. La gente pagando sus entradas, me ayudaban a ser feliz”.

    El dinero nunca fue la principal motivación de Camilo Hernández, si lo era la posibilidad de disfrutar de la música que le apasiona. Las deudas, los problemas y el ser señalado por hacer lo que hace o lo que no hace, han diezmado su tranquilidad y cansado de las responsabilidades que se le habían atribuido; un día sin más dijo, “Gárgola Producciones termina acá”.

     

     

    Si bien se le entiende a Camilo como una persona común, no se le puede negar la trascendencia que deja en la escena Metalera de la ciudad de Ibagué, él hizo parte de ese puñado de hombres y mujeres que quiere encontrar ese vínculo que debe tener cualquier ciudad con el mundo de las artes. Su legado no puede pasar desapercibido así sea el mismo, el primero en negar este hecho.


     

    Realizado por: Jonathan Hernández.Estudiante  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

     

     

     

     

     

    Jonathan Hernández

  • Por: Jonathan Hernández Parra.


    Al hablar de la vida nocturna de Ibagué, resulta poco probable que el deporte sea el primer tema que se nos cruce por la mente. Existe un grupo de niños que utilizan las noches ibaguereñas para dedicarse a su creciente pasión, la práctica 
    de un deporte con el que quizás pocas personas encuentren relación, el hapkido.


     Hapkido

     

    Guerrero Pijao, es el nombre de la escuela dedicada a la enseñanza de este arte marcial, en la que niños desde los 4 años, pueden iniciarse en ésta actividad deportiva.

    Camilo Serrano, cinturón negro en dicha modalidad, es el instructor encargado de dirigir éste proyecto. Hace énfasis en que la creación de su escuela, no tiene como meta la recreación, sino que trasciende y se sitúa en el campo de la competitividad deportiva.

    El 25 de agosto del 2017, los alumnos de hapkido de la escuela Guerrero Pijao, se reunieron en una de las plazoletas del Museo Panóptico de Ibagué, con la intención de llevar a cabo diferentes combates de fogueo, en los que mostraron sus destrezas deportivas a un público diverso. El evento de exhibición, sirvió como antesala al primer campeonato de hapkido Triángulo de Águila, desarrollado los días 16 y 17 de septiembre en esta ciudad, y que dejó con un saldo bastante positivo a la escuela Guerrero Pijao, quien arrasó con la mayoría de los combates que disputó, mostrando que la actividad deportiva por competencia repercute directamente en el nivel de los alumnos. El evento contó con la participación de diversas escuelas, y tuvo como finalidad la invitación a hacer parte del ámbito competitivo a aquellas instituciones que enseñan este arte marcial a modo de recreación, además, plantear la idea de un proyecto de construcción de una sociedad de hapkido de competencia a nivel nacional.

    Sandra Riveros, madre de tres niños, los cuales entrenan en la escuela Guerrero Pijao, comenta: “Son encuentros entre varios alumnos de la escuela, que se reúnen para mostrar sus avances. Cada niño, realiza combates de acuerdo a su categoría y edad”.

    Juan y Felipe, son dos jóvenes practicantes de este arte marcial, los cuales aseguran que el deporte les ayuda a formarse con disciplina y a controlar los
    sentimientos – enseñanza muy práctica para la vida-. A su vez, indican que aquel evento del 25 de agosto fue una gran oportunidad de integrarse con otros niños y esperan que ese tipo de situaciones se repitan con regularidad.

    Hapkido 4

    Guerrero Pijao pretende como escuela deportiva cambiar la perspectiva que se tiene con respecto a éste lugar de la ciudad, el cual ha sufrido de una estigmatización que no merece del todo. A falta de escenarios deportivos en Ibagué, resulta demasiado prudente el hecho de que se puedan recuperar para el deporte espacios que casi son arrebatados por actividades que poco o nada tienen que ver con el fin inicial para el que fueron creados.


    -Lina Méndez, quien realiza ejercicios físicos con regularidad en horas de la noche
    en el parque Centenario comenta: “Este parque es un espacio adecuado para la
    realización de actividades deportivas y es muy placentero ver a niños tan
    pequeños emocionados con el deporte. La gente que no viene a hacer deporte, al
    observar a los niños se aleja para no molestarlos, los respetan”.


    Hapkido 2

     

    La escuela Guerrero Pijao utiliza las instalaciones del Parque Centenario para el desarrollo de sus actividades deportivas a partir de las 7 de la noche hasta las 9.

    Por ahora, la mayoría de sus alumnos se encuentran con cinturones blancos, amarillos y azules (las categorías de principiantes dentro del hapkido), pero la idea es que conforme sigan el proceso deportivo los alumnos puedan obtener cinturones negros que les acreditan con el título de “dragones”.

    La principal motivación de la escuela es fomentar la competitividad del arte marcial y en caso de una eventual aceptación del hapkido como deporte olímpico, sean muy probables las posibilidades de obtención de logros deportivos, y por qué no, medallas olímpicas.

    Actualmente el hapkido no es reconocido como deporte olímpico, pero lleva algún tiempo siendo caso de estudio por el Comité Olímpico Internacional.

     

     

     


    Realizado por: Jonathan Hernández Parra. Estudiante  Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.

     

     

     

     

     

     

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