Aciertos y desaciertos de la Constitución de 1991, ¿qué opinan los jóvenes colombianos?
Por: Nicoll Miranda, Gabriela Casanova, Juan López, Cristian Aponte y Juan Felipe Murillo.
Tomada de kienyke.com
Colombia ha tenido problemas económicos, políticos y sociales a causa de la corrupción. La violación de los derechos o el incumplimiento de los deberes son manifestaciones de esta problemática actual. Sin embargo, el país tiene a la mano la Constitución de 1991, un avance del siglo XX que permitió que varios colombianos tuvieran acceso a nuevos beneficios. Pero, es inevitable ver que la nación aún tiene dificultades en su organización y ejecución de leyes. Para comprender mejor esto, en el mes de agosto de 2021, los estudiantes de Comunicación Social y de Periodismo de la Universidad de Ibagué realizaron un sondeo de opinión a 40 jóvenes colombianos sobre los aciertos y desaciertos de la Constitución Política de 1991.
La encuesta demostró que los colombianos tienen opiniones polarizadas. El 37,5 % de los encuestados opinaron que la Constitución sí se estaba cumpliendo, sustentando su respuesta en razones como la existencia de la democracia y la organización estatal, la aplicación de derechos en niños, niñas y adolescentes, la implementación de la acción de tutela y las comisarías de familias, la creación del acuerdo de paz y la visión, el alcance, la protección, la igualdad y el ejercicio libre de los derechos humanos. No obstante, la legislación de derechos y de proyectos destinados al bienestar social no quiere decir que en realidad se estén aplicando de la forma correcta. Varios ciudadanos piensan que a Colombia le hace falta progresar en la eficacia del cumplimiento de las normas y leyes. «Han cambiado muchas cosas, en especial para la mujer, aunque aún falta mucho camino por recorrer para que haya verdaderamente igualdad», manifestó Ángela Rocío Nieto.
Por otro lado, el 62,5 % de los encuestados no estaba de acuerdo con esta afirmación, lo que permitió evidenciar el descontento de la mayoría de la población consultada. Hay quienes señalaron los factores que afectan el cumplimiento de la Constitución, por ejemplo: el accionar por beneficio propio de parte del gobierno, la ruptura a la democracia, la vulneración de derechos, el abandono estatal, la desigualdad social, la corrupción, la manipulación, la negligencia, entre otros. «Cuando el poder de la voluntad general del pueblo se torna como una masa inerte se está destruyendo la concepción principal de la democracia, se está destruyendo con la voluntad del concebido como libre», comentó Santiago Salazar Ramírez, estudiante de ingeniería de sistemas de la Universidad de Medellín.
Sin embargo, ¿qué soluciones podrían darse para que las leyes tomen relevancia en la vida de los colombianos? La mayoría de los encuestados contestó que se debería eliminar la corrupción. «Impulsar una lucha más efectiva contra la corrupción y corregir las fragilidades institucionales presentes tanto en las EPS como en los organismos de control», manifestó Andrés Felipe Rubio, estudiante de economía de la Universidad del Rosario. Por lo tanto, la falta de compromiso y valores por parte de los dirigentes es algo que desconcierta a varias personas.
Para los ciudadanos la importancia de la Constitución radica en la aplicación de la misma. Debido a esto, se realizó la pregunta ¿Prefiere que se reforme o se elabore otra Constitución, o que se cumpla al pie de la letra la de 1991? Para el 57,5 % de los encuestados la actual constitución aún es viable. La mayoría prefiere que se cumpla la Constitución de 1991 al pie de la letra, lo cual quiere decir que esta aún cumple con los derechos y aporta beneficios a los colombianos, a pesar de haberse elaborado en el siglo pasado. «La Constitución tiene un desarrollo muy completo y una gama de derechos bastante amplia que tenía como propósito la protección de los ciudadanos, por eso me parece que se debería de aplicar y no se debería cambiar», comentó Santiago Rayo Vanegas, estudiante de derecho de la Universidad del Rosario. Por lo tanto, es necesaria una buena organización por parte del Estado para que la ley no pierda su rumbo frente al respeto y participación del pueblo.
Por otro lado, el 42,5 % de los encuestados prefiere realizar una reforma a la Constitución. Algunas razones de su decisión se ven reflejadas en el cambio que se genera a raíz del tiempo y en la adaptabilidad que se debe tomar. No es el mismo contexto en el que el país vive ahora mismo, frente al que vivió hace unos años. «La Constitución del país debe cambiar con respecto a la realidad social, un ejemplo de ello, es el concepto que se tiene hoy de familia, el cual es totalmente diferente al que se tenía hace 30 años», dijo Yoel Alexander Andrade, estudiante de derecho de la Universidad de Ibagué.
En el año 2016 se realizaron los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y las Farc - EP, aun así, antes de la toma de esta decisión, se llevó a cabo un plebiscito donde se consultaba a los colombianos sobre su posición respecto al proceso. Los resultados arrojaron que la mayoría de los colombianos no querían que se concretaran los acuerdos. Esta situación refleja las dificultades que tiene la relación del pueblo con el Gobierno; no hay sincronía entre ambos grupos. Sin embargo, el sondeo reflejó un cambio en esta visión pesimista. El 55% de los ciudadanos encuestados cree que hay esperanza en una reconciliación entre el Gobierno y el pueblo. Del mismo modo, se refleja un optimismo en que el camino o la solución de los problemas en el país se puedan llegar a resolver a través del diálogo. «Suena utópico, pero quiero creer que si el Gobierno toma decisiones adecuadas escuchando las voces del pueblo y dejando muy atrás un legado que se tiene escrito en tinta por la corrupción, podemos crecer unidos como la nación que nuestro país merece tener», mencionó Valentina Salazar Sánchez, estudiante de arquitectura de la Universidad de Ibagué.
Cabe destacar que el 45 % de los encuestados ve inalcanzable llegar a soluciones, esto debido a que las partes, en este caso, el Gobierno y la ciudadanía, no coinciden bilateralmente para llegar a una pronta solución. «No lo veo pronto porque se ve una desconexión tanto del Gobierno nacional para atender las problemáticas que aquejan la población. Y a su vez, los colombianos optan por la indiferencia y la desconfianza en la institucionalidad para hacer garantizar sus derechos», comentó Andrés Rubio. Por lo tanto, esta visión ciudadana plasma la desconfianza en los dirigentes; el incumplimiento de las promesas del Gobierno y la falta del diálogo son factores que impiden un entendimiento mutuo.
A pesar de las discordancias, la falta de compromiso, diálogo y apoyo que mencionaron los ciudadanos consultados, ellos aún tienen en mente lo que sería una Colombia ideal. Por lo tanto, mencionaron algunos aspectos como mayor acceso a la educación y al sistema de salud, el valor por el derecho de la vida, la cultura de libertad y cambios en la selección de funcionarios y dirigentes. Colombia a pesar de que ha tenido distintos problemas tanto económicos, políticos y sociales debido a la corrupción en el país se ha creado la polarización de opiniones frente al cumplimiento de la Constitución de 1991 y sobre su estructura. ¿Qué cambio considera usted que sea el indicado para mejorar esta situación legislativa y social?
Constitución Política de Colombia, utopía de un país
Por: María José Báez, Natalia Quintana y Daniela Hernández.
Tomada de elcuartomosquetero.com
La Constitución Política de Colombia, de 1991, cumplió 30 años de vigencia este año. El objetivo principal de esta era reforzar, y en parte reinventar, tres grandes aspectos del orden público del país: la capacidad de enfrentar a la violencia, específicamente a la guerrilla; el suplir las necesidades económicas y sociales del pueblo; y la más importante: la legitimación de la democracia y participación ciudadana en las decisiones políticas.
Cabe resaltar que la reforma a la Constitución de 1886, que llevaba más de 100 años de vigencia, fue gracias a un movimiento ciudadano, impulsado por estudiantes de universidades públicas y privadas del país, denominado la Séptima Papeleta, que trataba de incluir un voto adicional a las elecciones de 1990, un voto que exigía conformar una Asamblea Nacional Constituyente para modificar la Constitución Política de Colombia, en el marco de la crisis social ya mencionada. Los principales periódicos del país en su imprenta incluyeron la séptima papeleta para que los colombianos la recortaran y la pusieran en las urnas. Con más de un millón de votos la Séptima Papeleta fue un triunfo político y social para el pueblo colombiano.
A raíz de la celebración de los 30 años de la reciente Constitución, se realizó un sondeo a 30 jóvenes del país, entre los 16 y 27 años, para conocer sus opiniones frente a los aciertos y desaciertos de la misma. Sin embargo, antes de poder hablar de los efectos positivos y negativos, se les preguntó si conocían de qué trataba la Constitución Política de Colombia de 1991, a lo que solo el 55% contestó que sí. Este dato puede ser considerado desde dos puntos de vista: desde la perspectiva histórica y desde lo que está pasando con el país.
Si se habla desde la perspectiva histórica, y teniendo en cuenta que la Constitución Política de Colombia se reformó gracias a un movimiento juvenil, es negativo ver cómo los jóvenes de hoy en día no conocen, o conocen vagamente, las leyes que rigen al país. No obstante, si se mira desde el aspecto político y sus aciertos en el país, el panorama tampoco es tan positivo, pues puede significar que el Estado no está siguiendo esos parámetros hasta tal punto que los jóvenes no lo ven reflejado en la actualidad.
Lo anterior se relaciona a varias preguntas realizadas en el sondeo, en las que se preguntaba si los objetivos, e incluso algunos artículos de la Constitución se cumplían hoy en día, a lo que la mayoría respondió que no; y las que decían que sí, luego se contradecían mencionando por qué no se estaban cumpliendo en su totalidad.
Sin embargo, no todo es negativo. También se les preguntó a los jóvenes si consideraban que la Constitución de 1991 había tenido algún efecto positivo en el país, a lo que 13 jóvenes contestaron que sí, resaltando el aumento de respeto por la dignidad humana y por las minorías, la descentralización del país y el incremento de la participación ciudadana, entre otros. Así mismo, de las 30 personas, 9 comentaron que consideraban que el Estado cumplía con el artículo 7, el cual habla del reconocimiento y protección de las diversidades étnicas y culturales del país. También, 6 personas consideraron que se cumplen los artículos 27 y 73, los cuales se enfocan en el derecho y el apoyo a la educación, y la protección a los periodistas y su profesión, respectivamente.
La Constitución Política es el reflejo del país que algún día los ciudadanos y los gobernantes soñaron tener. Tanto el pueblo, como sus dirigentes, tienen el deber de luchar y construir esa sociedad solidaria, equitativa, inclusiva y respetuosa que Colombia puede llegar a ser. En ese documento se establece la imagen de la soberanía que el pueblo algún día deberá alcanzar, la inclusión que las comunidades minoritarias luchan por tener; la igualdad de género que las mujeres luchan por conseguir; una economía nacional estable; la protección de los recursos naturales, como las fuentes hídricas, la flora y la fauna. Colombia puede alcanzar el nivel de un Estado soberano si sus dirigentes y sus ciudadanos, especialmente los jóvenes, se unen para conseguirlo, dejando de lado los intereses propios, la avaricia y la necesidad de poder, pues se trabajaría como equipo, respetando y viviendo en el poder que el pueblo unido puede conseguir.
Colombia no está escrita en una constitución
Por: Alejandra Varela, Holmer Bocanegra, Valentina Restrepo y Juan Esteban Pinzón.
Tomada de Actualidad.rt.com
En 1991 el presidente César Gaviria reunió la asamblea constituyente para reemplazar a la obsoleta Carta de 1886. Así nació, para bien o para mal, la Constitución vigente, la ley máxima y suprema del país. Esta se creó por la necesidad de reestructurar el Estado y el sistema jurídico colombiano tras 104 años de vigencia de la Constitución de 1886. La Constitución Política de Colombia se propuso para la reivindicación de libertades, garantías y derechos; abrir nuevas reglas, para favorecer la paz y poner punto final al conflicto armado. ¿Es una realidad?
La actual carta reconoció la integridad de la Constitución, creó la acción de tutela como un mecanismo expedito y efectivo para que los ciudadanos puedan hacer valer sus derechos fundamentales, se instituye la democracia participativa, sustituyendo a la democracia representativa. Estas reformas hacen de la constitución de 1991 la más progresista, humanista, democrática y liberal de nuestro país; su vigencia e intangibilidad deben ser defendidas con los mismos principios democráticos que inspiraron a los delegatarios hace treinta años.
La pregunta es, ¿Los jóvenes conocen la Constitución colombiana y su trasfondo? Para dar respuesta a esta duda, nos permitimos realizar una encuesta de 4 preguntas abiertas a 20 jóvenes de 18 a 28 años, para conocer su opinión y lo concluimos así:
¿Cómo cree que la constitución del 1991 logró responder a las problemáticas de desigualdad y violencia de la época?
En su momento, la constitución fue esencial para dar un giro de 180 grados a diversas áreas del Estado que necesitaban más visibilidad, lo cual marcó un antes y un después para Colombia. Si se habla de problemáticas de desigualdad y violencia logró responder a problemas de violencia política e hizo énfasis en que ese tipo de violencia venía siendo un problema de décadas en el país. Sin embargo, al hablar de desigualdad, las reformas económicas que se dieron bajo la instancia de instituciones como el BRC, desataron un choque brutal en la economía; un país sin experiencia se propone jugar en un sistema económico libre y desenfrenado que sin duda seguirá haciendo de las suyas aún en 2021.
De cierta manera, acaba el estado de sitio y establece los Estados de excepción, diseña formas de hacer respetar derechos fundamentales desde distintas perspectivas, mediante mecanismos constitucionales como la tutela y la acción de grupo; del mismo modo, logra respeto por las diferentes etnias y pueblos originarios y establece como derecho fundamentales la vida, la libertad, el debido proceso, lo denominado como bloque de constitucionalidad, reconociendo tratados de DD.HH y D.I.H que, aunque no sean la solución, ayudan a menguar la problemática de desigualdad y violencia. Por último, logra responder a las problemáticas al introducir un sistema operacional más completo para atender y garantizar el acceso, cumplimento y protección más amplia de los derechos fundamentales, a través de la eliminación del centralismo, otorgándole así tanto a los municipios como a los departamentos una mayor autonomía.
¿Cree que la constitución del 1991 funciona actualmente? ¿en qué instancias? Si no, ¿cuáles son los temas que se deberían ajustar?
Efectivamente lo hizo, la Constitución claramente ha funcionado como base y madre de lo que se ve ahora como una construcción en conjunto para sobrellevar asuntos del Estado de forma general, al considerar que aún se ampara muchos principios deberes y derechos de los actores del mismo. Este documento funciona, de lo contrario Colombia no sería un Estado; la aplicación de contenido normativo se da, pero no logra abarcar a todas las personas, ya que es una constitución garantista en un país que antes nunca las tuvo, cosa que en el espectro social es difícil de cambiar solo con una constitución. Por lo anterior, es necesario realizar ciertos ajustes a la carta política, principalmente en temas relacionados con la justicia, educación y salud. Además de lo mencionado, siempre se ha sabido que la Constitución tiene fallas de estructura, en cuanto a su extensión y su falta de real soberanía como ley de leyes y sigue siendo una constitución desconocida para muchos.
¿Cuál cree que fue el impacto de los jóvenes en la construcción de la Asamblea Constituyente? ¿Cuáles fueron los pros y los contras de esa asamblea?
El impacto de los jóvenes en la construcción de la asamblea constituyente es innegable. Desde los diversos movimientos juveniles y estudiantiles se gestaron diversidad de propuestas en miras a transitar a una democracia participativa, más amplia, plural y diversa. Entre los pros se encuentra la posibilidad de ser parte del cambio, los mecanismos de participación, estado social de derecho, mecanismos constitucionales, reparto por la diferencia, estado laico y descentralización territorial. Contras, el neoliberalismo, la forma de elección de entes de control, el centralismo, entre otras.
¿Cuáles fueron los aciertos y desaciertos en la construcción de la Constitución política del 1991?
La Constitución de 1991 además de establecer derechos fundamentales y sus acciones para hacerlos efectivos, consolidó una jurisdicción constitucional en cabeza de una Corte autónoma, a la que le otorgó la función de guardar su integridad y supremacía en el orden jurídico nacional. Logró sacar a Colombia de un estado de sitio que llevaba varias décadas, separó la religión de la educación y la ciencia, así como más participación ciudadana. También se pueden destacar la vinculación de mecanismos de participación popular, la independencia del Banco de la República, la creación de la acción de tutela, entre otros. Entre los desaciertos encontramos la burocratización, la renovación y transformación del clientelismo y las diversas formas de corrupción. Y un desacierto es pensar que solo cambiando la constitución la sociedad colombiana cambiaría, cosa que nunca pasará.
En conclusión, la solución no es cambiar la constitución, sino cumplirla para seguir aportando a la paz, la democracia y la humanidad. En estas tres décadas se ha demostrado todo lo que se puede avanzar, y todo lo que falta. Lastimosamente muchos aspectos no se cumplen y, en ocasiones, el poder público no hace valer sus postulados. Hay que seguir trabajando para mejorar a Colombia.