La otra cara de la moneda
Por: Daniel Felipe Cubillos Amaya.
Daniela Rodríguez trabajó en el área administrativa como auxiliar contable hasta junio de 2017 para luego desempeñarse como mesera en Cubo bar, un establecimiento que queda al interior de Container City.
Para los empresarios es de común hábito afirmar que sus negocios son los mejores del sector en el que se encuentran, en el caso de Container City no es diferente. Sin embargo, para saber cómo son los hechos de una historia hay que escuchar los argumentos de todas las partes. Es decir, este es el turno de aquellos que están inmersos en los productos y servicios que ofrece la compañía, aquellos que con altas expectativas salen a invertir su tiempo y dinero en un lugar que pueda ayudarles a salir de la rutina laboral o académica. Los clientes son parte fundamental de cualquier negocio, tanto por su dinero como por su recomendación. Ellos pueden ser la clave del crecimiento o la caída de una empresa, todo depende de que tan bien se sientan luego de gastar el fruto de su trabajo.
Daniela Rodríguez trabajó en el área administrativa como auxiliar contable hasta junio de 2017 para luego desempeñarse como mesera en Cubo bar, un establecimiento que queda al interior de Container City. Usualmente cuando un trabajador tiene días libres para salir a divertirse o pasar tiempo con su familia tiende a buscar sitios diferentes a su lugar de trabajo. Sin embargo, a pesar de que Daniela trabajaba en Container City, en varias oportunidades escogió ese establecimiento como su sitio predilecto para salir a divertirse. Del mismo modo Andrés Guzmán, pareja sentimental de Daniela, ha optado por reconocer dicho establecimiento como un lugar óptimo para salir y divertirse, siendo cliente de establecimientos como Andrés Producciones, el bar La Joda, bar Las Chismosas, entre otros. (Los nombres de los personajes al interior de esta entrevista fueron cambiados a petición de la fuente).
¿Qué tal es el trato del equipo de Container City hacia los clientes?
Daniela: Pues, cuando yo era mesera los trataba bien (risas). En la mayoría de los lugares que he visitado dentro de Container City me he dado cuenta que se les trata muy bien a los clientes. Cuando yo iba a comer o de rumba siempre me trataron con amabilidad.
¿Y qué tal la seguridad del negocio?
Daniela: Considero que le falta mucho. Allá realmente no se reservan el derecho de admisión, les hace falta más personas en la entrada que requisen como es debido. ¡Pueden ingresar armas y ellos no se dan cuenta! En muchos casos el personal de logística llega tarde para recibir a los primeros clientes de los bares en la noche. Realmente la seguridad depende de cada bar, así que el primer “anillo de seguridad” realmente es muy débil entonces todo depende del segundo, cada quien se encarga de su propia seguridad.
Andrés: Otro problema es el tráfico de trago adulterado, no me refiero a que Container City lo venda. Pero muchas personas entran licor adulterado guardado al interior de los autos. Eso es un problema delicado porque esas personas pueden ofrecerle a un cliente de otra mesa esas bebidas y eso puede afectar su salud.
¿Han visto algún tipo de conflicto dentro de Container City?
Andrés: por supuesto que sí, problemas de discusiones, peleas, ingreso de armas. Ningún homicidio ni nada por el estilo, pero si amenazas entre los visitantes. Lo que hemos visto es que esos conflictos se dan por una “guerra de poder”, es decir, para demostrar quien tiene más dinero que quien.
Daniela: Incluso por celos, hay mujeres que arman conflicto por una mirada
¿En Container se le brinda un cuidado especial para las mujeres?
Andrés: A todos se les ofrece la misma seguridad por lo general, no es algo del otro mundo. Incluso cuando algún cliente se sobrepasa con una mujer al tocarla sin permiso, el único correctivo que se ha tomado es sacarlo del bar. En lugar de hacer valer los derechos de las mujeres que se han sentido agredidas por los actos machistas y degradantes.
Daniela: Cuando yo era mesera en el bar y ocurría un conflicto de acoso, nosotros buscábamos a los encargados de logística y seguridad dentro de Container City y ellos nos reclamaban diciendo “¿por qué los dejaron entrar?”, cuando se supone que ellos hacen parte del primer anillo de seguridad del establecimiento.
Andrés: Nunca he visto que revisen los autos al entrar ni al salir, ni siquiera un espejo por debajo. Siendo así, cualquiera puede robarse un carro y salir con él del lugar. De la misma manera pueden entrar cualquier tipo de arma, trago adulterado o sustancias alucinógenas. Otra cosa que me parece inapropiada es que hay un bar que tiene shows de desnudistas en vivo y meseras que están en ropa interior. No entiendo por qué en un ambiente que se supone está inclinado hacia la familia y que es visitado por niños busca entretenimiento de ese estilo.
Daniela: Ahora, la diferencia entre horario familiar y rumba siempre ha sido un dilema. Se supone que el horario familiar va desde las cuatro de la tarde hasta las diez de la noche, pero desde las 4 de la tarde abren algunos bares. Aproximadamente desde las ocho de la noche comienzan a llegar las personas que buscan la rumba, lo que quiere decir que el horario familiar y la rumba se cruzan. Los niños que están comiendo con sus familias están compartiendo el mismo espacio con personas borrachas y con vestimentas poco apropiadas.
¿Qué opinión tienen sobre la infraestructura de Container City?
Daniela: El transformador que tiene Container City es compartido con el Tereque bar, resulta que un mes después de la inauguración del lugar abrieron las discotecas. Ese día el voltaje que ocuparon fue demasiado e hicieron que se estallara el transformador, y Container City no estaba preparado para eso. Esa noche por la falta de generador tuvieron que quedarse a oscuras.
Andrés: Además, Container City no tiene pararrayos. En caso de que haya una tormenta eléctrica varias personas podrían resultar lastimadas, debido a que tanto los bares como los restaurantes están hechos en su mayoría de metal.
Según Leidy Mayorga, profesional en el área de salud ocupacional, todos los establecimientos donde hay agrupaciones de personas deberían contar mínimo con extintores, camillas, botiquín de primeros auxilios y además tener un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo junto con un plan de emergencia y señalizaciones para indicar puntos de encuentro y salidas de emergencia. En el caso de Container City lo ideal sería que tuvieran al menos un pararrayos para evitar algún accidente durante una tormenta eléctrica.
¿Qué opinan del servicio dentro de Container City?
Andrés: Siempre que he ido a Container City me han tratado bien. Los conflictos que he tenido han sido con clientes que llegan borrachos o simplemente comienzan a alardear su dinero y a atropellar personas por ese motivo. Además de incomodar a las mujeres con su actitud prepotente y machista.
Daniela: Otro inconveniente que hubo fue con un arma. Una de mis compañeras se dio cuenta que uno de los clientes traía consigo un arma. Supuestamente lo requisaron a la entrada del establecimiento, pero no se la encontraron. Nosotros llamamos a los encargados de logística para que sacara al señor, pero él se negaba a salir y tuvimos que llamar a la Policía para que interviniera y nos ayudara a sacarlo del bar.
¿Alguna vez ha sufrido algún tipo de acoso?
Daniela: Por supuesto que sí, en una ocasión llegó un grupo de personas que parecían decentes a tomarse algo al bar y de repente comenzaron a tocarnos la cola a las meseras. Yo me dirigí a mis jefes, los dueños del bar, y ellos en un principio cambiaron a las meseras de mesa. En caso de que se agravara la situación optaban por sacar a los clientes para evitar más inconvenientes.
¿Por qué ir al mismo lugar de trabajo a divertirse en los días libres?
Daniela: Yo creo que es más por los conocidos y por la forma en que lo tratan a uno. En ese momento yo me relacionaba con bastantes personas del lugar... me trataban bien y me atendían bien, por eso decidí ir. Además, la rumba era súper chévere cuando yo era mesera y siempre quise ir sólo a bailar y disfrutar con mis amigas.
¿Qué es lo que si les gusta de Container City?
Andrés: A mí en lo personal me gusta la rumba, es decir, la música y el ambiente me parecen muy buenos. Es muy llamativo, los colores y la arquitectura son algo novedoso. Lo veo como estar en una ciudad aparte de Ibagué, es como entrar a otro mundo.
Daniela: Yo creo que todos los conflictos que hemos mencionado hacen parte del día a día de todos los bares. A pesar de todo por lo que pasé, considero que es un muy buen lugar para divertirse con música buena, ambientes sanos y alegres para salir a comer, tomarse algo o incluso tomarse una copa.
Realizado por: Daniel Felipe Cubillos Amaya. Estudiante Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.