En El Encanto, Sandra es la protagonista
Por: Johanna Osorio.
"A unos metros de la Universidad de Ibagué, en la fotocopiadora ‘El encanto’, se encuentra Sandra, quien con sus crespos y su amabilidad ha logrado ser una de las personas más queridas por la comunidad universitaria.".
Sandra intenta que su lugar de trabajo este vacío en el momento de iniciar la entrevista, me recibe con una sonrisa y la amabilidad que la caracteriza, y por la que es recordada por los estudiantes. Acelerada me pregunta, de nuevo, si traje cámara, no es muy amante a las fotos y mucho menos a los videos.
Estábamos a punto de iniciar. Ingresa una estudiante y la saluda: “monita, ¿cómo está?” y pide una carpeta. Sandra se la pasa y fotocopea el paquete que ha seleccionado. Ese es el día a día de Sandra Gutiérrez, una ibaguereña que hace más de 15 años llegó al sector aledaño a la Universidad de Ibagué.
Cuando inició la entrevista traje a su mente cosas que hace mucho no pensada, como que fue su hermano el que le avisó que iban a abrir una fotocopiadora sólo para los estudiantes de derecho y estaban buscando personal para trabajar. En ese momento estaba muy nerviosa y dudó, pues nunca había trabajado. Decidió presentarse y asegura que ese día fue “mortal” para ella “Dañé hojas como un berraco, pues claro como yo no sabía”. A pesar de esto los dueños la acogieron, le dieron ánimo para que siguiera. Hoy en día no se imagina su vida sin estar ahí, sin ver a sus compañeras, a los estudiantes, docentes, dice que hasta el ruido le haría falta.
No se le facilita definirse a sí misma. Dice que es una persona normal, con alegrías y tristezas, aunque siempre se ve alegre, con una sonrisa y toda la disposición para atender a los docentes y estudiantes. Estefania Ortega, estudiante de séptimo semestre de psicología asegura que a pesar de que El Encanto a veces está muy lleno, Sandrita, como la llama ella, tranquiliza al estudiante, le dice que ya lo atiende y le ofrece un dulce para que espere más a gusto. Cree que esta es una de las razones por la que los estudiantes prefieren sacar sus fotocopias ahí, por esa amabilidad que caracteriza el lugar, gracias a ella.
“Una peladita cansona, nadie se la aguantaba” Vicky.
Aprovecho para hablar con una compañera de trabajo, su nombres es Vicky; además de ser compañera en la fotocopiadora El encanto es su cuñada, la conoce hace un poco más de 30 años. Cuando conoció a Sandra la veía como “una peladita cansona, nadie se la aguantaba”. Actualmente como compañera de trabajo, la ve más tratable y afirma que se la lleva muy bien con ella. Dice que es muy amable y cariñosa con los estudiantes, que se la va muy bien con ellos.
Le pido que me cuente una anécdota, me dice que tiene muchas, pero recuerda una. Entre risas, me dice que una vez llegó un estudiante de Ingenieria y le dijo rápido: “Sandrita, Sandrita, sáqueme estas copias”. “Eran unas chivas, un rebaño ni el berraco” cuenta Sadra jocasamente. Ella le pregunta para qué profesor es y resulta ser un docente que deja el material en El Encanto. Le responde al estudiante “pilas, que él viene acá”. Ella accede a sacar las fotocopias y cuando está cortando las hojas de espalda, entra el profesor y le dice “ya la pillé, le está cortando las chivas a los muchachos”, ella le negó al profesor eso.
Asegura que los estudiantes la ven como una amiga, dado a que sin preguntar por sus vidas, le cuentan sus problemas y alegrías. Ella trata de aconsejar a los estudiantes. Además asegura que cuando ella no está en El Encanto la preguntan y cree que al estar ubicada en la primera fotocopiadora los estudiantes la recuerdan más y se saben su nombre. Es notoria que la relación que tienen los estudiantes con ella, no se da con ningún trabajador de la fotocopiadora El encanto.
Realizado por: Johanna Osorio. Estudiante Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué.