El diseño de vida de Andrés Mauricio Gómez

Por: Fernando Mondragón.


El dicho popular alude a que ‘la primera impresión es la que cuenta’, y qué tan cierto resulta ser –al menos en los intereses de una compañía– desde la imagen que se proyecta desde una de las Cajas de Compensación Familiar del departamento del Tolima, a partir de las piezas publicitarias creadas de manera silenciosamente por un joven diseñador gráfico en la complicidad de un computador. En homenaje a una gran profesión, a la cual en Colombia no se le ha dado el sitial merecido y que resulta fundamental para los intereses de una empresa, va dedicado este perfil desde la figura de uno de sus grandes exponentes; al carismático y siempre atento, Andrés Mauricio Gómez.


Diseñador COmfenalco 3 1 Desde hace 3 años Andrés Mauricio Gómez Martínez se ha desempeñado como el Diseñador Gráfico de Comfenalco Tolima. Una labor que por demás ha sido muy dinámica, puesto que las funciones no se han limitado simplemente a los quehaceres de su profesión, sino también a otras actividades que de manera empírica ha aprendido con el paso de los días desde su lugar de trabajo. La actualización de la página web de la organización, desde la programación que bien conocen los ingenieros en sistemas y, en muchas ocasiones, hasta desempeñar el rol del personal de oficios varios, como cuando de transportar publicidad se trata o hasta “hacer las labores del comunicador social, estar llamando o contactar gente para algún tipo de evento”. 

Como ingredientes principales en gran parte de los sueños que la historia ha dado cuenta; el sacrificio, la perseverancia y dedicación han estado siempre presentes en la vida de Andrés, quien desde temprana edad contó con el factor económico como un elemento adverso para lograr su objetivo de ser profesional. Es de este modo que esta historia comenzó a escribirse el 26 de octubre de 1990 en el municipio de Fresno, Tolima; lugar que vio nacer y, además, acogió los primeros años de vida de Andrés, específicamente desde la Vereda Mirella. Allí cursó la primaria en la escuela que ostenta el mismo nombre del lugar. Luego de haber culminado este ciclo, se trasladó nuevamente a Fresno donde estudió en el Colegio Niña María hasta el grado octavo, ya que, por cuestiones de mudanza de la familia, terminó por cursar el bachillerato en el Colegio Santiago Vila en la ciudad de Ibagué: “Mi infancia fue muy bonita. Inocente, alejada de todos esos males de la ciudad”.

Luego de finalizado este ciclo, El Punky, como es conocido por sus amigos dada su afinidad con el género musical Punk, se trasladó a la ciudad de Bogotá por cuestiones laborales, donde en primera instancia trabajó en un café internet y ocasionalmente, cuando era solicitado, realizaba uno que otro mantenimiento en equipos de cómputo.

Alejado de su familia, quienes continuaron viviendo en Ibagué, Andrés decidió iniciar su ciclo profesional inscribiéndose en el programa a distancia de Ingeniería de Sistemas ofertado por la Universidad del Tolima. Carrera que por demás fue descartada. Primero, porque estudiar a distancia no cumplió con sus expectativas en formación y segundo, porque con el pasar de los días terminó descubriendo que su vocación seguía estando desde un computador, pero ahora desde el diseño y generación de contenidos publicitarios.

Es así como en el 2009, luego de su paso por la capital, decide volver a Ibagué con la intención de iniciar un nuevo reto personal y se inscribe en el Programa de Diseño Gráfico de la Corporación Unificada Nacional de Educación Superior CUN. De este modo, empezó a alternar sus horarios ya que la carrera –en comparación a la anterior– resultaba ser presencial y por ello, en el poco tiempo que tenía libre lo dedicaba a trabajar como ayudante en una zapatería. Con el poco dienro que recibía, pero que para ese entonces resultaba ser mucho, colaboraba en los gastos del hogar y, a su vez, le servía para los transportes a la hora de ir a la universidad.

Luego de concluir su etapa en el campo de la zapatería, decidió aventurarse en un mundo más afín a su futura profesión. Es por esto que empezó a trabajar en una litografía, en la cual conoció un nuevo rol, con nuevas experiencias y aprendizajes, pero en la que también corroboró una realidad que no es ajena a muchas profesiones en Colombia: “Cuando empecé a trabajar en la litografía me di cuenta de lo menospreciada que está la profesión del Diseño Gráfico en Ibagué... Pasaban 15 días o un mes y no veía plata, me pagaban poquito. Me pagaban de a 20.000 o 30.000 pesos semanales”.

Diseñador Comfenalco fotoEste joven de tez trigueña, contextura delgada y con 1 metro y 72 centímetros de estatura, comenta que las situaciones por las que ha pasado son las que en definitiva le han permitido forjarse y ser la persona que es hoy. Es por esto que a sus veintiséis años, Andrés Gómez aún no ha conocido la palabra rendirse, ya que siempre ha tenido a su familia, en cabeza de su madre, como el eje central de su existir.

Llegado el 2014 culmina su ciclo profesional y con ello se abre una nueva oportunidad laboral, una que con más responsabilidades, a su vez trajo una mayor recompensa en cuanto a experiencia y remuneración por los deberes cumplidos. Una labor que según él fue bastante inquietante, porque por primera vez estuvo expuesto a un mundo complejo, en el cual sería el directo responsable de la imagen de la Caja de compensación Familiar más grande del Tolima, pero que iba acorde a sus intereses, ya que por primera vez trabajaría de lleno en lo que realmente le apasiona. “Estoy muy satisfecho con haber estudiado la carrera, ya que nunca pensé que el Diseño Gráfico abarcara tantos campos. Creí que era más bien sólo como enfocado a la publicidad, pero no que se facilitaba para ejercer en varios campos como la ilustración, fotografía, animación, diseño web y muchísimas otras cosas que no tenía en mente”.

Sencillo, sereno, de voz pausada, atento y con buena disposición para ayudar a los demás, se convierten sin lugar a dudas en la mejor carta de presentación de este joven emprendedor, quien a futuro desea cumplir aún más sueños: “Hacia el futuro tengo muchas expectativas, tengo ideas de crear empresa. En un principio porque eso no lo inculcan mucho en la carrera”.

Apasionado por el fútbol, la ilustración, el dibujo y la música –en especial el Rock and Roll clásico– y conocido en Comfenalco como una persona tranquila, servicial y amable, Andrés ha aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas. De vivir cada instante al máximo. Por ejemplo, cuando visita a sus abuelos en la finca a las afueras del municipio de Fresno, lo hace con la firme intención de despejar la mente de la rutina que a diario vive en la ciudad. Aprovecha siempre este espacio para degustar de un delicioso tinto, de esos que los cafetales por esas tierras suelen ofrecer y, en especial, para poder exhalar libremente de aquellas bocanadas de vida que el campo como buen anfitrión le obsequia durante su estadía.

El Punky, quien se define como un hombre “humilde, campesino y muy de los abuelos”, seguramente dará de que hablar en los años venideros. Estas palabras tan sólo harán parte de la antesala de los éxitos y logros que aún le quedan por cosechar. Pero sobre todo y más que en el campo profesional, habrá que contar otras anécdotas que den cuenta del gran ser humano –que con cierta timidez– siempre está dispuesto a ayudar sin esperar nada a cambio.


Realizado por: Fernando Mondragón. Estudiante Programa Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. 

 

 

 

 

 

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