La historia de un maestro: Andrés Flórez
La música le ha permitido viajar, conocer diversos lugares y personas, que como él lo dice, le han dado un sentido a su carrera y a su verdadera pasión.
Andrés Flórez es director de la agrupación musical “Entorchados”. Nació en la ciudad de Bogotá y es un apasionado por la música. Le gustan los animales y las motos. Es un hombre “amoroso, expresivo, inteligente y detallista”, comenta su pareja Julieth Peñaloza, con quien lleva dos años y medio de relación.
Desde pequeño sentía un amor particular por la música. A los 12 años formó una banda con su hermana y empezó a familiarizarse con los instrumentos musicales, con el apoyo de sus padres. Más adelante su capacidad auditiva y rítmica le facilitó el ingreso a la Universidad Central de Bogotá, donde inició su formación profesional musical.
Posteriormente emprendió un osado viaje al Perú en moto donde trabajó en el Ministerio de Cultura y la Escuela Sinfónica del Perú como profesor y director de orquesta. “Alcancé el punto clímax de mi carrera musical, pues todas las cosas que he hecho en mi vida se resumieron allá. Fui intérprete, solista, contrabandista de orquesta y también, allí comenzó la historia de Entorchados”.
Sus mayores recuerdos son la comida peruana, la diversidad de paisajes, conocer diferentes ciudades, personas y visitar Cuzco y Arequipa, lugares que recuerda como una de las mayores experiencias que ha tenido.
Andrés viajó a España, Londres, Venezuela y a Israel para hacer conciertos y ampliar sus conocimientos musicales con diversos cursos en este arte. Al volver a la ciudad de Ibagué, consiguió trabajo como profesor de la cátedra de contrabajo en el Conservatorio de Música del Tolima y continuó su proyecto con la banda Entorchados, una agrupación que mezcla música sinfónica y ritmos del funk, rock and roll y el metal. El nombre de la banda proviene de una forma en espiral que representa “nuestra ideología, nuestros sonidos y nuestra gente” narra Andrés.