“Maltratada”: El agua de Ibagué
✒ Noticia ambiental
“Lo que pasa es que la calidad de la prestación del servicio de esos acueductos comunitarios no es la mejor. En revisión están dando agua potable muy pocos”
Rocio del Pilar Rubio, Representante de la secretaria rural y medio ambiente.
En Ibagué existen 32 acueductos comunitarios que brindan el suministro al 14% de la población de la ciudad. La mayoría de estos acueductos presentan una infraestructura apta para su funcionamiento, pero una mínima parte, no. La preocupación es que a principios del mes de abril se mostró el resultado que elabora el Instituto Nacional de Salud (INS) del índice de riesgo de la calidad de agua para consumo humano (IRCA). Este resultado mostró que el agua de la ciudad no es apta para el consumo del ser humano y estos resultados dan cuenta del manejo de los acueductos comunitarios en la ciudad.
Según Juan Cuellar, director del Grupo Empresarial de Conservación del Ambiente del Municipio de Ibagué, los acueductos comunitarios son acueductos que trabajan para brindar el servicio de agua a la comunidad. Para la Ingeniera de la Secretaría Rural y Medio Ambiente, Carolina Tejar, los acueductos comunitarios existen porque el Instituto Ibaguereño de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) no puede suministrar agua potable del rio Combeima a algunas zonas de la ciudad. La razón es porque el acueducto principal trabaja por gravedad, esto quiere decir que va desde lo más alto de la montaña hasta lo más bajo de la meseta de la ciudad. Es allí donde los barrios que están ubicados en la periferia y en las zonas urbanas altas, tienen que suplirse de servicio por medio de las quebradas, que se encuentran en las montañas, cercanas a los barrios.
De igual forma, la ingeniera Tejar anunció que la estructura ideal de un acueducto consta de una bocatoma, red de aducción, tanque de almacenamiento, red de conducción y red de distribución. De la cifra de los acueductos que hay en la ciudad, muchos no tienen planta de tratamiento de agua potable y de los que poseen planta, algunas veces no brindan agua potable por el insuficiente manejo que les dan las administraciones que las propias comunidades eligen. Del mismo modo, Carolina Tejar afirmó que “muchos acueductos cumplen con las plantas de agua, pero la comunidad no compra los insumos para operarla. Todas las plantas para el tratamiento de agua potable necesitan sulfato y cloro. Esos son los gastos que debe cubrir la propia comunidad para la sostenibilidad del acueducto, que es de ellos”.
Rocio del Pilar Rubio, Representante de la Secretaría Rural y Medio Ambiente, dijo que la función de la secretaría es brindarle el apoyo en la parte técnica, de construcción, adecuación, y mejoramiento de las plantas de tratamiento. El dinero que se destina para agua potable y saneamiento básico, la mayor parte viene del sistema general de participación, que es un dinero que estima el Gobierno para la purificación del agua. En los acueductos comunitarios se incrementan los dineros por los subsidios de poblaciones de estrato 1,2 y 3, de toda la ciudad.
Funcionarios de la Secretaría de Salud afirmaron que su función es cumplir con la norma 1521 y 2175 donde se especifica que se debe hacer un seguimiento a todos los acueductos que existen en el municipio y a su vez, este se debe cumplir por medios de análisis fisicoquímicos, microbiológicos y calcular el Índice de Calidad de Agua, ICA, para así decir si un acueducto es sanitariamente viable. Esta secretaría, de igual modo, asegura que la importancia del buen servicio del acueducto viene desde el manejo administrativo, ya que las muestras favorables siempre provienen de los acueductos con un óptimo manejo del encargado y de la comunidad. Pero Orozco sostuvo que “hay acueductos que tiene 250 usuarios, y pagan poco. Y me pregunto cómo un acueducto va a tener un personal capacitado e insumos para hacer tratamiento al agua, si ni siquiera tiene para sostener al fontanero”.
“En la infografía se muestra los datos más relevantes de los acueductos comunitarios que hay en la ciudad. La zona que presenta más acueductos es la comuna 13, con 16. Los datos fueron suministrados por la Secretaría Rural y Medio Ambiente y una parte, la Secretaría de Salud del municipio de Ibagué. Los datos fueron tomados en el año 2015 y son los más actualizados.
La deforestación de la parte alta de la quebrada, que suministra el agua al barrio Ambalá, es la que genera que el agua tienda a ser de un color amarillo y con barro. Pese a las debilidades y fortalezas de este acueducto, sus habitantes intentan cuidarlo y hablan bien de él. Así lo afirma Esperanza Beltrán, quien es habitante del Barrio hace más de 22 años, ella ha aprendido a cuidar el agua y a cuidar el acueducto de su comunidad “Siento satisfacción por tener la constancia del agua y a un precio económico”.
Con respecto a los resultados que ha arrojado el INS de un estudio del 2015, el municipio de Ibagué se encuentra con un 49,64 % del IRCA, este porcentaje es el que permite saber qué tipo de agua beben las comunidades del país. Su cifra permite dar a conocer que no es la más apta para el consumo humano. Y según la Secretaría de Salud, las consecuencias de beber aguas contaminadas pueden provocar enfermedades intestinales, hepatitis, cólera o fiebre. ¿Qué medidas tomarán al respecto los entes de control y los administradores de estos acueductos?
Redacción y fotografía por Daniel Devia Beltrán. Estudiante de Comunicación Social y Periodismo, Universidad de Ibagué.