Mauricio y la marcha de los mil perros

 


Con la Fundación Murphy, Mauricio del Río busca que los animales (perros y gatos) callejeros del municipio de Fresno, tengan una calidad de vida adecuada. Para ello realiza jornadas de vacunación, alimentación y adopción que promueve por medio de las redes sociales y comunicados escritos para que la ciudadanía participe.


Son como sus hijos, hacen parte de su familia, los cuida, les brinda sustento y los acompaña en todo momento. Así es el apoyo que brinda el joven Mauricio del Río a Mosco, Luna, Murphy, Manchas, Mona, Negro y decenas de perros y gatos callejeros que recorren diariamente las calles de Fresno.
 

A él le gusta gestionar actividades en las que la comunidad participe activamente para su propio desarrollo y bienestar. Y es que desde niño ha sabido aprovechar esa energía activa que lo identifica.

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Dos años y tres meses

Una tarde del mes de febrero del año 2014, Mauricio caminaba por la plaza de mercado y se encontró con una escena que describe como inhumana, un carnicero del sector arrojó agua caliente a un perro que se encontraba cerca de su negocio. Frente a este hecho los transeúntes de la plaza y Mauricio reaccionaron en contra de la acción del carnicero. Pasaron unos minutos y el joven decidió buscar la ayuda del veterinario Jairo Salgado para curar al cachorro, que más adelante recibió el nombre de Murphy. A partir de ese momento nació la iniciativa de conformar una fundación de bienestar Animal que lleva su nombre: Fundación Murphy Fresno.

“La gente comenzó a decirme, es que por allí hay un perrito de tal forma, enfermo, así que empecé con el proceso de curación con los perritos, y en ese momento dije que estar solo en esto es muy complicado y decidí sacar estatutos y reunir a la gente para que participara. No fue fácil pero era una tarea que estaba dispuesto a afrontar” dice Mauricio.

Son siete las personas que actualmente hacen parte de la comitiva de la fundación, y dentro de sus políticas están: no al maltrato animal, esterilización y cuidados veterinarios óptimos para estos animales.

Movilización y respuesta

El 18 de febrero a las 11 de la noche, el comandante de la policía de Fresno llama a Mauricio para comunicarle que 20 perros callejeros habían sido envenenados. En ese momento él se encontraba fuera del municipio, pero al día siguiente a las 7 am ya estaba el pueblo, frente a este hecho, Mauricio decidió convocar a la ciudadanía a través de las redes sociales y la página de la Fundación Murphy, para que salieran a las calles a una marcha pacífica como voz de rechazo ante la masacre.

La movilización tuvo como nombre la marcha de los mil perros, participaron más o menos 30 personas, entre ellas Miyerlady Trujillo y Natalia Duque, que con carteles y videos expresaron su rechazo, el cual llegó a ser noticia en algunos medios regionales y nacionales. “Esto fue una noticia que nos impactó a todos. Era algo que nunca había sucedido en Fresno, recuerdo que ese día en las redes sociales las personas estaban enojadas y rechazaban rotundamente esta acción, tanto así que en la página de la Fundación Murphy invitaron a una marcha para exigir respuestas y movilizarse en contra de esa situación” Afirma Lucia Henao.

Bombero del año

BomberoMauricio nació el 11 de septiembre de 1990, tiene 26 años, es un joven que desde niño ha buscado servir a la gente. Y “quien no sirve para servir, no sirve para vivir” esta es la frase que Mauricio adoptó de la Madre Teresa de Calcuta y con la cual se siente identificado, porque más que ayudar a estos animales, también brinda apoyo a los habitantes de Fresno siendo bombero voluntario hace 14 años y hoy está formando la Asociación de protección ambiental Huellas verdes, que tiene como propósito educar a los habitantes de Fresno en cuanto a la adecuada separación de basuras.  Al igual que con la fundación, Mauricio cada día lucha por que el cuerpo de bomberos de Fresno esté en óptimas condiciones tanto en maquinaria y dotación como el personal que allí voluntariamente ejerce.

Mauricio lleva una lucha constante desde hace varios años para que esas condiciones básicas de calidad sean posibles para el cuerpo de Bomberos de Fresno. Ha realizado paros, ha redactado comunicados para que la Administración Municipal y la ciudadanía conozcan la condición actual en la que se encuentra esta institución.

Frente a toda la movilización realizada por Mauricio, la respuesta de los habitantes ha sido positiva, pero por parte de la administración municipal es nula.

A parte de salvar vidas, Del Río también convoca a jóvenes y adultos a que participen en capacitaciones y se enteren un poco del tema de seguridad, como manera de contribuir al bienestar colectivo de la comunidad.

Lo de Mauricio es servir a los otros y hacer que esos otros sirvan a otros, es como una cadena de ayuda colectiva para sacar adelante objetivos comunes en beneficio de los habitantes y animales de Fresno.

Cada 3 días

Cuando el sol está dando los buenos días, Mauricio emprende camino a la casa de doña Helenita, quien decidió refugiar hace varios meses a varios cachorros por medio de la fundación Murphy. Esta visita la hace cada 3 días para mirar el estado en que se encuentran los cachorros y para llevarles alimento. Luego de terminar su visita, Mauricio empieza a recorrer las calles de Fresno para darles alimento a los perros, su recorrido inicia en el guayabo y termina en el sector del cementerio del municipio. Este recorrido puede durar toda la mañana e incluso todo el día debido a que a veces encuentra animales heridos y les presta asistencia veterinaria junto con los miembros de la fundación y ayuda de los habitantes para curarlos.

Para la fundación Murphy y el cuerpo de bomberos de Fresno, las redes sociales son más que un medio, son un diario colectivo en el que todos los habitantes cuentan sus historias, participan, hacen denuncias frente a irregularidades, aportan ideas para el desarrollo de actividades, comparten fotografías, convirtiéndose en una de las formas en las que Mauricio busca incentivar a las personas para que participen y generen procesos de cambio para todos.

De allí para acá, de allá para acá, ese es el recorrido diario de Mauricio; su familia, los animales callejeros, la fundación y el cuerpo de bomberos; su vida, servir a la comunidad; su satisfacción que las personas participen y sirvan colectivamente.


 “Ser bombero no es fácil y más cuando no se recibe ayuda de la gobernación y la alcaldía...pero me gusta servir y quería estar al servicio de la comunidad” – dice Mauricio.


Redacción: Cindy Daniela Amaya. Estudiante de Comunicación Social y Periodismo, Universidad de Ibagué.

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